Por Flavio Borquez Tarff
Galería Marlborough se complace en presentar su octava exposición de Luis Gordillo en su sede de Madrid, uno de los artistas más significativos del panorama nacional. La muestra, titulada ¡espEren! ¡peRmanezcan Atentos! está compuesta de más de una veintena de obras realizadas en diferentes técnicas: acrílico sobre lienzo, collage, dibujo sobre papel e impresión digital sobre tela. Estos trabajos sirven de testimonio de la última producción del artista, que sigue una línea de creación con polivalentes fusiones entre abstracción y representación mediante una elaborada complejidad formal y su habitual heterogeneidad de medios pictóricos.
La trayectoria de Luis Gordillo (Sevilla, 1934), ha estado siempre marcada por la experimentación continua en un afán de descubrimiento de nuevos horizontes plásticos, así como por el cambio de registros en su producción.
Tras estudiar Derecho en la Facultad de Sevilla (1951-1956), decide, después de recibir en 1955 clases de dibujo y pintura de Santiago del Campo, dedicarse al arte, y asiste a la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla (1956-1958). En el verano de 1958 viaja a París, donde entra en contacto con la pintura informalista y realiza sus primeras obras de carácter abstracto y gestual. Su obra comienza a ganar envergadura a principios de los años 60 recogiendo tres influencias fundamentales: el informalismo, el arte Pop y el geometrismo. En 1962 el artista fija su residencia en Madrid y en sus creaciones, a partir de entonces, introduce referencias figurativas, con su particular interpretación de elementos derivados de la estética Pop influido por la exposición Arte de América y España que tuvo lugar en los palacios del Retiro madrileño en 1963. En este mismo año inicia también sesiones de psicoanálisis, metodología que será esencial para entender la construcción estética de su obra, que se concreta con su serie Las cabezas (1963-1965).
Por Flavio Borquez Tarff
Según el crítico José Jiménez, Gordillo desarrolla una constante en la esfera de la duplicación y la multiplicación: “el recurso al desdoblamiento de la imagen resulta decisivo”. Sus obras introducen “la modulación del flujo pictórico como secuencia” acercándola al cine o al cómic. Este recurso figura en las pinturas de los primeros años sesenta y se mantiene con diversas inflexiones en la presente exposición. En 1967 el crítico Juan Antonio Aguirre le incluye en el grupo «Nueva Generación». A partir de entonces, Gordillo se convierte en un artista puente entre la generación informalista y La Nueva Figuración madrileña de los años setenta, siendo una referencia fundamental.
Desde los años setenta empieza a experimentar con la fotografía, las fotocopias, la serigrafía y crea un «arte compuesto» que, según el comisario Christoph Schreier, «a veces parece híbrido y que, en casos extremos, está en situación de aunar el objetivismo mecánico de la fotografía con la subjetividad de la pintura».
En los ochenta su obra se vuelve más compleja, orgánica y celular, caracterizada por la duplicación y multiplicación de motivos y variaciones cromáticas, estableciendo una gramática personal en la que introduce una constelación heterogénea de elementos simbólicos, reales o imaginarios, que ha venido desarrollando en las siguientes décadas, como es el caso de su individual Dúplex en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Posteriormente, el ordenador como maquinaria de disección y análisis del proceso pictórico empieza a formar parte de su práctica. De este modo, configura un estilo crítico, proteico, biomorfo, lúdico, irónico y subversivo que ha tenido una fuerte influencia sobre artistas de las siguientes generaciones. La complejidad de la obra de Luis Gordillo queda patente en su interés por la investigación obsesiva de la imagen, que convierte el proceso de producción en un elemento esencial de su trabajo, tan importante a veces como el resultado final de la misma. La crítica de arte y comisaria Marta Ramos-Yzquierdo es quien firma el texto del catálogo.
Luis Gordillo ha sido galardonado con numerosos premios y menciones entre los que cabe destacar el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1996), Caballero de las Artes y las Letras de Francia (2007), el Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007). En ARCO 2019 recibió el premio Catalina D’Anglade.
Entre sus numerosas exposiciones en espacios públicos cabe destacar las siguientes antológicas: IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, (Valencia, 1993); Meadows Museum (Dallas, EE.UU., 1994); MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Barcelona, 1999); Museum Folkwang (Essen, Alemania, 2000); MNCARS, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, 2007); Kunst Museum (Bonn, Alemania, 2008); CAC, Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2012); Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo (Vitoria, 2015); CAAC, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2016); Koldo Michelena, (San Sebastián, 2017); CGAC, Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela, 2017); Patronato de la Alhambra y Generalife y Centro José Guerrero (Granada, 2017-18); Museo Universidad de Navarra (2021); y Espacio Santa Clara de Sevilla (2022).
Su obra se encuentra en numerosas colecciones entre las que destacan: Fundación La Caixa, Fundació Suñol y MACBA, Barcelona; Museo ICO, Madrid; IVAM, Valencia; Museo de Arte Abstracto, Cuenca; Fundación Juan March, Palma de Mallorca; Museo de Bellas Artes, Bilbao; MNCARS, Madrid; CGAC, Santiago de Compostela; Artium, Vitoria; Folkwang Museum, Essen, Alemania; Colección Helga de Alvear, Cáceres; CAAC, Sevilla; Museo Patio Herreriano, Valladolid; Congreso de los Diputados, Madrid; Fundação Gulbenkian, Lisboa.
Por Flavio Borquez Tarff