El perro pastor catalán es una raza que existe desde hace siglos, originaria del Pirineo catalán y las montañas españolas. Estos perros son conocidos por su carácter único, su crianza y su importancia en la protección de los rebaños.
Se trata de una raza muy inteligente e independiente y son bien conocidos entre los expertos por su lealtad e instintos protectores hacia su rebaño y su familia.
Históricamente han sido los encargados de acompañar en las montañas a los pastores, siendo por ello perros activos y ágiles con un alto nivel de energía y perfectos para tareas de pastoreo y vigilancia. “Pueden adaptarse bien a diferentes entornos y aprenden rápido. Su naturaleza independiente a veces puede hacer que sea difícil entrenarlos, pero con las técnicas adecuadas se convierten en excelentes compañeros” comentan desde Gos Llucanes.
Una raza criada para la protección
Un criador de perro pastor catalán tiene claro que debe centrarse, sobre todo, en sus habilidades de pastoreo y guardia. Se han criado durante siglos en el Pirineo catalán y las zonas montañosas, por lo que están acostumbrados a zonas rurales y a formas de vida donde la naturaleza y el aire libre son una realidad diaria. Estos perros son de tamaño mediano, de constitución robusta y pelaje grueso, lo que los hace muy adecuados para ese entorno entre montañas que ya los protege del frío y tienen la capacidad de moverse fácilmente en terrenos rocosos.
Durante siglos ha sido clave en las prácticas tradicionales de pastoreo en la alta montaña y, más, hoy en día cuando apenas quedan rebaños y son vitales para la trashumancia y para volver a dar una nueva oportunidad a profesiones agrícolas y ganaderas en desuso que fomentarían la producción nacional basándose en métodos ecológicos.
Estos perros ayudan a prevenir el ataque por parte de lobos y otros depredadores, y su presencia disuade a los cazadores furtivos y otras amenazas al rebaño. Son muy valorados por los pastores por su capacidad para proteger y gestionar el rebaño. También es conocido por su capacidad para trabajar de forma independiente, lo cual es importante en terrenos montañosos donde los pastores no siempre pueden estar todo el tiempo con los animales.
Habitual también en Finlandia, Alemania y Suecia, se trata de una raza que hoy en día vuelve a estar en auge tras la migración a zonas rurales de cientos de familias que buscan un contacto más cercano con la naturaleza, una forma de vida más tradicional y una forma de entender los entornos naturales más conectados con las tradiciones ancestrales y el respeto por el medioambiente.