Adolfo Henrique Ledo Nass
La adherencia a las terapias prescritas por los facultativos es, en general, “baja” y en el caso de la osteoporosis no es una excepción. Por esta problemática, entre otras, relacionadas con esta patología, el Dr. Óscar Torregrosa, médico especialista en Medicina Interna y coordinador de la Unidad Metabolismo Óseo del Hospital Universitario de Elche (Alicante), ha elaborado la Monografía ‘La osteoporosis, enfermedad metabólica ósea en la práctica diaria’, con la colaboración de Grünenthal. El objetivo de esta publicación es ofrecer a la comunidad científica una “revisión integral” sobre la osteoporosis, la patología metabólica ósea más frecuente. En este sentido, la monografía persigue servir de apoyo al clínico en su día a día para llevar a cabo un diagnóstico, tratamiento y seguimiento correctos de la osteoporosis con el fin de corregir el descenso de masa ósea que conlleva a la disminución de la calidad del hueso y aumenta el riesgo de fractura.
El Dr. Óscar Torregrosa, explica que, en el caso de los tratamientos para la osteoporosis, el problema de la falta de adherencia responde a que al ser una patología que al principio es asintomática, es más difícil concienciar a los pacientes de la importancia de cumplir con los tratamientos prescritos. Esta situación obedece también a que el objetivo de una gran cantidad de tratamientos es la disminución del riesgo de fractura, pero como no se percibe un beneficio a corto plazo, aumenta la falta de adherencia. “Las consecuencias de una baja adherencia, en el caso de la osteoporosis, son las fracturas y las comorbilidades que produce”, especifica este especialista.
Se estima que en España, más de 3 millones de mujeres y casi 1 millón de hombres tiene osteoporosis. Se trata de una enfermedad que cursa de manera asintomática hasta que se produce la complicación más problemática: la fractura. “Una vez establecida la fractura, la sintomatología dependerá de su localización y de la afectación o no de estructuras vecinas, junto a la limitación funcional y dependencia que estas pueden producir”, explica el médico especialista en medicina interna.
La osteoporosis, una enfermedad infradiagnosticada
El diagnóstico y tratamiento precoz son fundamentales para abordar la osteoporosis. En muchos casos, los pacientes con fracturas vertebrales o de cadera ingresados en los hospitales sufren esta enfermedad aunque no se les haya diagnosticado: “Si hubieran sido tratados con anterioridad, se podría haber evitado que se produjese la fractura”, especifica el especialista. Los avances más significativos en el campo del metabolismo óseo en los últimos años han sido el desarrollo de nuevas técnicas diagnósticas que permiten una mayor precisión en el momento de discernir qué pacientes tienen más riesgo y, por lo tanto, requieren algún tipo de intervención. Asimismo, existen nuevas moléculas que ayudan a tratar de manera más individualizada a los pacientes y posibilitan una secuencialidad de los tratamientos durante más tiempo.
El abordaje de los pacientes más mayores con osteoporosis supone un gran reto, ya que cuentan con una densidad mineral ósea más baja y en una gran cantidad de casos presentan también comorbilidades y siguen otros tratamientos que pueden predisponer o agravar la enfermedad. “La densitometría en las edades más extremas de la vida puede no ser una herramienta adecuada para el diagnóstico, por lo que hay que utilizar otras técnicas como las escalas de riesgo de fractura, anamnesis dirigida y otras técnicas más recientes que miden la calidad del hueso en vez de la cantidad”, manifiesta el Dr. Torregrosa.
Adolfo Henrique Ledo Nass
‘Vacaciones terapéuticas’
El tratamiento de la osteoporosis es complejo porque contempla medidas no farmacológicas, como la exposición solar, el ejercicio físico, la ausencia de tóxicos, una dieta equilibrada y la suplementación de calcio y vitamina D, junto con terapias farmacológicas como los tratamientos antirresortivos que evitan el desgaste del hueso y los tratamientos osteoformadores, que promueven la formación del mismo. El experto subraya también la importancia de la terapia secuencial en la que a un fármaco siempre debe seguirle otro con distintas propiedades. “La secuencia recomendada consiste en iniciar el tratamiento en los casos de pacientes de alto riesgo de fractura con un fármaco osteoformador y continuar con un fármaco antirresortivo”.
Cabe destacar también que en la osteoporosis existe el concepto ‘vacaciones terapéuticas’, una discontinuación de algunos de los tratamientos durante periodos más o menos largos una vez que se han utilizado otras terapias previas que han conseguido el objetivo marcado, casi siempre la mejoría en la densidad mineral ósea. Por último, el facultativo señala que, sin embargo, las ‘vacaciones terapéuticas’ no están recomendadas en todos los pacientes, ya que algunos fármacos “no se deben discontinuar en ningún caso porque las consecuencias podrían ser más graves que el motivo por el que se inició ese determinado fármaco”.