El síndrome del ocaso es un conjunto de síntomas que afectan a las personas que padecen trastornos neurocognitivos como Alzheimer u otros tipos de demencia, los cuales se presentan al final del día cuando se reduce la luz solar o cuando permanecen en espacios con poca iluminación del sol, lo que les ocasiona aumento de la ansiedad, inquietud o confusión mental.
La neuropsicólogo de la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, Katherine Vergara, explicó que este síndrome “se caracteriza básicamente por una agitación o alteración en el paciente, sufren temores, miedo e irritabilidad al atardecer, que puede traducirse en alucinaciones y agresividad”.
Para la especialista estos síntomas generalmente los presentan los adultos mayores con trastornos neurodegenerativos, debido a la disminución de sus capacidades cognitivas y los cambios en el cerebro que caracterizan a estas enfermedades. Señaló que “ahora se sabe que este síndrome está más relacionado con el deterioro de zonas cerebrales que controlan el ritmo del sueño y la producción de melatonina, lo cual, a su vez, ocasiona un impedimento para relajarse ya al final de la tarde”. A su juicio este síndrome no afecta al 100% de las personas que sufren estas patologías.
Rutinas que ayudan
La neuropsicólogo explicó que si los cuidadores mantienen las rutinas durante el día, hay menos probabilidades de que los afectados sufran estos síntomas.
Agregó que “este síndrome tiende a disminuir mientras más estructurados sean sus horarios incluyendo diversas actividades y, sobre todo, aquellas desarrolladas al aire libre o con exposición a la luz solar. También es importante que se mantengan activos y despiertos a lo largo del día, porque si duermen mucho durante las horas diurnas es más fácil sufrir en la noche esta confusión mental”.
La recomendación para los cuidadores y familiares es mantener las horas de alimentación y la de despertarse, establecer a diario una misma hora para el baño y la higiene, así como que realicen acciones físicas y cognitivas estimulantes.
La especialista también aconseja que, cuando se presente la ansiedad o la agitación provocadas por este síndrome, los cuidadores eviten la confrontación y traten de calmar a los adultos mayores usando un tono de voz adecuado, ponerle música relajante o acompañarlos en la realización de una tarea sencilla, para que puedan centrarse en un estímulo neutro.
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