Bailar es una disciplina de las más completas que existen. Además de permitir disfrutar de la música mientras el cuerpo cobra vida, tiene una serie de beneficios que van más allá del sentirse bien y que tienen mucha relación con el cerebro.
Desde las academias conocen a fondo cómo sacar partido al ritmo y a la música y conseguir que sus pupilos se muevan de forma ordenada al son de unos pasos y coreografías que se acaban interiorizando de forma natural
“El baile es felicidad, cambia el humor de quien ha tenido un mal día, permite expresarse con el cuerpo sin necesidad de palabras y ayuda a la coordinación y al movimiento corporal. Pero también beneficia al sistema cognitivo y acaba suponiendo cambios en el cerebro” explican los profesores de En Clave de Danza, que han visto cómo sus alumnos no solo mejoran sus destrezas con el baile sino que llevan los beneficios del mismo al resto de campos de su vida.
¿Qué relación hay entre danza y cerebro?
- Mejora de la memoria: La danza involucra aprender y recordar secuencias de movimientos, lo cual estimula la memoria espacial y la memoria de trabajo. La repetición de pasos y coreografías ayuda a fortalecer las conexiones neuronales relacionadas con la memoria.
- Estimulación cognitiva: la coordinación de movimientos, el ritmo y la musicalidad son parte de la disciplina. Algo tan natural es capaz de estimular el cerebro y promover la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse.
- Mejora del equilibrio y la coordinación: Precisión y control son dos adjetivos que van con la danza, lo que ayuda a mejorar el equilibrio y la coordinación motora. Esto implica la activación de regiones cerebrales responsables de la percepción espacial y la coordinación motora fina.
- Estimulación sensorial: La danza involucra múltiples sentidos, como la vista, el oído y el tacto. La combinación de movimientos con la música y la interacción con otros bailarines estimula diferentes vías sensoriales en el cerebro, promoviendo una mayor conectividad neuronal.
- Felicidad: la serotonina y la felicidad que produce bailar permite que el cerebro libere endorfinas y otros neurotransmisores que están asociados con el bienestar emocional y la reducción del estrés