A la hora de enfrentarse a un proceso legal del ámbito del derecho penal, el abogado se convierte en el gran aliado para ofrecer orientación una defensa personalizada.

El proceso judicial es abrumador y complejo, sobre todo cuando se trata de juicios rápidos y es vital tomar decisiones con precisión. De ahí que la experiencia sea, en muchos casos, un grado” explica Iñigo Lartitegui Sebastián, uno de los abogados especialistas más valorados desde su despacho en Vizcaya.

En realidad, un experto en derecho penal con experiencia es mucho más que un simple representante legal ya que es capaz de entender los matices de cada caso, analizando de forma crítica la mejor estrategia para disponer de una defensa acorde con las circunstancias.

Un abogado con años de práctica en el derecho penal ha estado expuesto a una amplia gama de situaciones, desde casos de delitos menores hasta delitos graves. Ha interactuado con fiscales, jueces y otros actores del sistema de justicia, lo que le brinda una visión única sobre cómo funcionan los engranajes del proceso legal” explica.

¿Cómo afrontar un juicio rápido?

Los juicios rápidos son situaciones en las que el tiempo juega un papel crucial. De ahí que haya que tener una serie de consideraciones claras.

  1. Evaluación Inmediata: Es necesario ser capaz de examinar de forma urgente las pruebas disponibles, identificando lagunas en el caso de la acusación y buscando oportunidades para presentar una defensa coherente.
  2. Estrategia: gracias a la experiencia, se puede crear una estrategia que haya servido en casos similares con éxito, aprendiendo de otras sentencias y disponiendo de la identificación de testigos clave, pruebas relevantes y argumentos que sirvan en el juzgado.
  3. Negociación: en algunos casos, la negociación con la fiscalía puede ser la mejor estrategia, buscando acuerdos persuasivos que beneficien a cada cliente.
  4. Gestión del tiempo: ser capaz de aprovechar los plazos y apurarlos al máximo en muy importante para llegar a tiempo a la sala con todos los deberes hechos.
  5. Juicio: durante el juicio, el abogado debe ser capaz de exponer su defensa de forma convincente y coherente. Su habilidad para interrogar a testigos, presentar pruebas y argumentar legalmente puede marcar la diferencia en el resultado final.