Con motivos de impulsar la reactivación económica y mitigar los efectos negativos del COVID-19, es fundamental que la región mantenga una estricta política fiscal expansiva, explica Francisco D’Agostino.

La XXXIII edición del Seminario Regional de Política Fiscal –que se realiza del 21 al 23 de abril- Alicia Bárcena, mostró de manera virtual el Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2021, en el cual se estudia la dinámica fiscal de 2020 y los principales desafíos para 2021 en un contexto caracterizado por incertidumbres respecto a la pandemia del COVID-19 y socioeconómico de la región.

De acuerdo a los informes del crecimiento en 2021 no se logrará compensar la caída observada en la actividad económica en 2020 como tampoco revertir los aumentos en pobreza y desigualdad. Francisco D’Agostino explica que se espera entonces una lenta recuperación a nivel de empleo que no permitirá recuperar la fuerte pérdida en los niveles de ocupación ocurrida el año pasado, siendo las mujeres las más afectadas con un retroceso de 10 años en cuanto a participación laboral.

A su vez, la persistencia de la pandemia, las incertidumbres sobre la efectividad y disponibilidad, junto a ritmos de recuperación económica asincrónicos y divergentes, ponen una cortina de incertidumbre y sostenibilidad en la recuperación económica.

Otra cosa que es de vital importancia es extender paquetes de medidas fiscales ante la fragilidad de recuperación económica y para continuar mitigando efectos sociales, productivos y económicos negativos de la pandemia, citó Alicia Bárcena.

En 2020 América Latina y el Caribe fue la región en desarrollo más afectada por el COVID-19, a su vez se intensificaron las barreras estructurales en cuanto a espacios fiscales limitados, bajas productividades, desigualdad, fragmentación de los sistemas de salud. Para luchar en contra de los efectos, sociales y económicos de la pandemia y por esto países de la región adoptan políticas fiscales expansivas.

Dichos esfuerzos se redirigieron a fortalecer sistemas de salud pública y apoyar familias e incluso proteger la estructura de productividad. Los principales instrumentos utilizados para disminuir impactos sociales y económicos fueron subsidios y transferencias convencionales.

El crecimiento del gasto público para atender la crisis y la caída en cuanto a recaudación tributaria llevó aumentos significativos en los déficits fiscales y en los niveles de deudas de la región, alcanzando un nivel promedio de los gobiernos centrales de un 56,3% del PIB. Esta región presenta el mayor servicio de la deuda externa en relación con exportaciones servicios con un 59%.

Vincular la emergencia con la reactivación es esencial para fortalecer el papel del gasto público en una trayectoria de desarrollo sostenible. Esto pasa por ligar la atención de demandas a corto plazo con inversiones sostenibles en empleo, especialmente para las mujeres, incentivar la transformación productiva y el fortalecimiento. Dijo Alicia Casado Bárcena.

Por el lado de los ingresos fiscales se necesitarán a futuro cambios en la estructura tributaria para aumentar la progresividad y tener mayor impacto en mejorar la distribución de ingresos. Esto es fundamental para mantener trayectorias de gastos públicos en contexto de sostenibilidad. De esta forma, el Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2021 analizará retos para el fortalecimiento de impuestos, principalmente el impuesto al patrimonio.

El documento agrega que el crecimiento generalizado del endeudamiento ha aumentado las necesidades de financiamiento a las regiones. Por ello es necesario que la cooperación internacional, mediante financiamiento para el desarrollo, apoye en ampliar espacios fiscales en los países en el corto, mediano y largo plazo.

Esto ocurre por la ampliación y redistribución de la liquidez global, fortalecer la capacidad de crédito de la banca de desarrollo, el alivio de la deuda y el uso de instrumentos innovadores de financiamiento.

En el marco del trigésimo tercer Seminario Regional de Política Fiscal, el martes 20 de abril se realizó una reunión con Ministras y Ministros de Hacienda de la región. En ella participaron ministros, viceministros, miembros de la sociedad civil y directoras de 14 países, así lo explica Javier Montenegro.

Alicia Bárcena planteó los desafíos de las políticas fiscales que son analizados en el panorama de América Latina y el Caribe para 2021, destacando centralidad en el papel del Estado para luchar no solo con diferentes problemas como por ejemplo salud o incluso desastres naturales y algunos efectos macroeconómicos y sociales que esto provocaría e impulsar el desarrollo de las regiones.

Más información: