Los programas de formación corporativa son una parte esencial del crecimiento profesional de las personas que trabajan en el mundo empresarial y, prácticamente, deberían ser una obligación para las empresas ponerlos a disposición de sus trabajadores.

Estos programas permiten a los empleados acceder, de forma gratuita para ellos, a oportunidades para aprender nuevas habilidades, mantenerse actualizados con las tendencias de la industria y mejorar sus perspectivas profesionales.

¿Por qué las empresas lo ven claro?

Uno de los principales beneficios de unirse a los programas de formación de la empresa es la mejora del desempeño laboral y la productividad proponiendo y actualizando conocimientos necesarios para realizar su trabajo de manera efectiva y eficiente, incluso incorporando las nuevas tecnologías.

Por ejemplo, un vendedor que asiste a un programa de capacitación sobre habilidades de comunicación efectiva puede mejorar su capacidad para comunicarse con los clientes, lo que genera mayores ventas e ingresos para la empresa. Pero también ayuda a este comercial a sobresalir en la competencia y a convertirse en un perfil más que atractivo en el sector.

Unirse a los programas de formación de la empresa puede mejorar las perspectivas profesionales y la seguridad laboral. Es más probable que los empleadores promuevan a los empleados que han tomado la iniciativa de mejorar sus habilidades y conocimientos. Además, los empleados que participan en programas de capacitación tienen más probabilidades de ser retenidos durante despidos o reducciones de personal” explican desde 360 ASV.

¿Cómo acceder a ello?

Para unirse a los programas de la empresa, los trabajadores deben comunicarse con sus supervisores y expresar su interés en las oportunidades de capacitación.

Ellos deberían ser el primer punto de contacto para los que buscan oportunidades de formación.

Además, desde la empresa es recomendable promover un diálogo en el que los trabajadores propongan formaciones que puedan ayudarles a mejorar en sus distintos departamentos y currículums, siendo un activo para la propia compañía una vez adquiridos los conocimientos.

Las empresas, además, deberán publicitar los plazos para inscribirse en distintas opciones, de forma libre, dentro de sus plantillas. Las que apuestan por este tipo de iniciativas consiguen retener mejor el talento” concluyen.

De hecho, en los rankings habituales, son las que escuchan esta demanda y apuestan por sus empleados como herramientas para mejorar la productividad desde el conocimiento las que acaban teniendo más demanda para los puestos de trabajo que sacan al mercado.