Mejorar el aspecto de la piel, hidratar con más éxito, prevenir las marcas de la edad, mejorar la elasticidad … todas estas son sólo algunas de las razones por las que el cuidado facial es importante. Más allá de lucir mejor, la piel es el órgano más grande que poseen los humanos y es importante cuidarla ya que, además, es la que actúa de barrera con el exterior.
Un estudio dermofacial es clave a la hora de diagnosticar cuáles son sus necesidades y poder darles solución. Hoy en día es posible, en una farmacia, poder disponer de este tipo de diagnóstico ya que es un servicio que generalmente ofrece un especialista en cuidado de la piel buscando aportar recomendaciones sobre productos y rutinas de cuidado facial que puedan ayudar.
Pero, ¿qué se puede esperar de un estudio dermofacial?
Tal como explican desde Farmacia Salomé “en un primer lugar lo que se busca es evaluar el estado real de la piel, determinar qué tipo de epidermis es, las condiciones que tiene, si necesita atención por acné, sequedad, hipersensibilidad o cualquier otro motivo. Se trata de determinar cuáles son las características que se deben abordar para mejorar el bienestar y la salud”.
Para ello, uno de los primeros pasos será conocer el historial sobre el cuidado de la piel, incluyendo los productos que han formado parte de las rutinas, los hábitos que se tienen y cualquier medicación que se esté tomando.
Con esta información, el profesional será capaz de determinar cuáles serían los objetivos a conseguir y pasaría a la recomendación de ciertos productos que, por sus componentes activos, pueden ser claves a la hora de tratar las dolencias de la piel.
“Más allá de definir rutinas de cuidado tanto diurnas como nocturnas, se trata de elegir las formulaciones que mejor resultado vayan a ofrecer. Basándose en la evaluación, hay una serie de principios activos que serán capaces de apoyar el tratamiento que se plantea. En nuestro caso, hemos creado también una gama de productos propios basándonos en nuestra experiencia y prestando especial atención a los resultados de formulaciones específicas” explican.
Una vez en marcha el tratamiento, es clave que el profesional proponga una serie de citas de seguimiento para evaluar cómo funcionan las nuevas rutinas y hacer ajustes de ser necesario.