Descubrir Madrid es todo un reto para el turismo. Su tamaño y las muchas ofertas turísticas que se esconden tanto en la capital como en la provincia hacen que haya que planificar bien las visitas y seleccionar con cuidado las paradas para que cunda.
En este caso, la recomendación pasa por dejar el coche en el Parking plaza de Santa Ana para poder tomar de referencia esta céntrica plaza madrileña antes de seguir el recorrido. Porque desde ella, la mejor opción es pasear tranquilamente dejándose llevar por la belleza de una de las zonas más emblemáticas del Madrid antiguo.
5 paradas imprescindibles
La recomendación pasa por ir alejándose de la Plaza para ir descubriendo todo lo que esconde este área.
La Plaza Mayor es uno de los puntos de referencia más importantes y emblemáticos. Se trata de espacio rectangular rodeado de edificios de tres pisos con balcones de hierro forjado. En el centro de la plaza se encuentra una estatua ecuestre de Felipe III. Con terrazas en época de entretiempo y verano, es el lugar perfecto para acceder a cualquiera de las arterias que abre. No olvidarse, si se tercia, del bocadillo de calamares.
Desde ahí, otra parada imprescindible es la recién restaurada Puerta del Sol. Esta plaza es el kilómetro cero de España y donde se encuentra el famoso reloj que marca las campanadas en Nochevieja, así como la estatua del Oso y el Madroño, que son símbolos de la ciudad. Actualmente han incorporado también algunas estatuas y peatonalizado todo su entorno, dejando que se disfrute paseando por Arenal hasta llegar a la Plaza de Ópera y Oriente, donde preside el Palacio Real y los Jardines de Sabatini, sin olvidar la Catedral de la Almudena.
Si se es amante de las compras, la Gran Vía es el paraíso al que llegar desde la calle Preciados. Esta amplia avenida está repleta de tiendas, teatros y cines. También es famosa por su arquitectura de estilo art decó y sus luces brillantes por la noche. Es fácil reconocer el escenario de muchas películas que han sido rodadas en esta zona.
Bajando desde Gran Vía hacia la calle Alcalá se puede llegar hasta el Museo del Prado. Este museo alberga una de las colecciones de arte más importantes del mundo, con obras maestras de artistas como Velázquez, Goya, El Bosco y muchos otros. De ahí, ya de vuelta hacia la Plaza de Santa Ana, conocida por su ambiente bohemio y su gran cantidad de bares y restaurantes en los que acabar la jornada tomando algo.
Además, en el centro de la plaza encontrarás una estatua del poeta español Federico García Lorca, que le da un toque artístico especial antes de volver a recoger el coche y salir de la zona.