Por Jaime Bonetti Zeller
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte que, muchos de estos decesos pudieran disminuir con diagnósticos oportunos y tratando los factores de riesgo.
Son diversas las dolencias que puede sufrir el corazón, como por ejemplo, la enfermedad coronaria, enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco; o la cardiopatía reumática, que afecta a las válvulas cardíacas.
También se encuentran las cardiopatías congénitas o malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento. Otra patología es la trombosis venosa profunda y las embolias pulmonares, que suelen llamarse trombos o coágulos de sangre, en las venas de las piernas.
Para lograr un diagnóstico y tratamiento oportuno para estas enfermedades es necesario la intervención de especialistas en hemodinamia, encargados de la exploración del estado de los vasos sanguíneos, en un procedimiento conocido como cateterismo.
¿Qué es el cateterismo?
“El cateterismo cardíaco se ha convertido en las últimas décadas en el procedimiento idóneo para conocer la anatomía coronaria. Permite saber si existe alguna enfermedad obstructiva y tratar aquellas que son susceptibles de reparar,” explica el doctor José Luis Viloria Uzcategui, cardiólogo hemodinamista responsable del equipo de hemodinamia del Grupo Médico Santa Paula (GMSP).
Este procedimiento se puede realizar por vía de la arteria femoral o en la mano, por medio de la arteria radial, mediante el uso de balones y el implanten de stents, (diminutas prótesis diseñadas fundamentalmente para tratar las lesiones en las arterias coronarias, logrando expandir las zonas de estrechamiento y mejorando el flujo sanguíneo que se veía afectado).
Un procedimiento seguro
El doctor Viloria explica que el cateterismo permite observar si las arterias del corazón están enfermas o si existen otras afecciones, como por ejemplo, valvulopatías o enfermedad de las válvulas. También permite medir presiones intracardiacas y puede reparar defectos en la estructura del corazón.
“Hoy en día, es el estudio que se utiliza por excelencia para diagnosticar los problemas más comunes de las arterias coronarias y de la estructura cardíaca. Se realiza con anestesia local, no duele y su tasa de complicaciones es del 0,4 a 0,5 %, lo que lo coloca como un procedimiento seguro, en manos de un experto”.
El especialista detalla que, aun cuando la mayoría de los pacientes tienen miedo al cateterismo, las posibilidades reales de complicación de esta técnica que se aplica sin necesidad de una cirugía mayor, son bastante bajas y la recuperación es muy rápida.
“Es un procedimiento que puede hacerse en un recién nacido o en una persona de más de 90 años, siempre que se tenga claro las razones que motivan el procedimiento”.
Realizar un cateterismo cardíaco puede requerir mayor o menor tiempo, dependiendo del caso. Si se trata de una coronariografía para hacer un diagnóstico, puede durar 30 minutos. “Si es un procedimiento terapéutico, es decir para abrir una arteria coronaria, puede durar una hora, porque dependerá de cuántos stens se colocarán, y también de la complejidad de las lesiones coronarias”, apunta Viloria.
Contar con un buen equipo, tanto médico como tecnológico, suma a la aplicación de este procedimiento. En el caso del GMSP, la clínica cuenta con una unidad de hemodinamia cómoda y de última generación, con áreas de preparación y recuperación; además de equipos que permiten a los galenos, precisión por calidad de imagen.
Recuperaciones rápidas tras el cateterismo
El doctor Viloria explica que los pacientes suelen tener una recuperación bastante rápida. “Hoy en día existen dos maneras de hacer el abordaje al paciente: por la vía de la arteria femoral o por la arteria radial, la arteria que tenemos en la muñeca. La tasa de complicaciones de ésta última es menor que la vía femoral, y permite que el paciente salga caminando”.
También asegura el especialista que, el resultado por vía la femoral suele ser muy exitoso, pero requiere que el paciente dure unas 10 a 12 horas sin moverse, a los fines de evitar complicaciones hemorrágicas en el sitio donde se punce la arteria. “El postoperatorio no es complejo, tras ese reposo se quita la cura y ya puede estar en casa sin excesos, y retomar su rutina habitual, a las 48 horas.
“En el Grupo Médico Santa Paula contamos con tecnología de punta, equipos de hemodinamia de primer nivel y con personal técnico, paramédico y médico calificado. A nivel de formación, los cardiólogos intervencionistas, tras culminar sus postgrados, hicieron entrenamiento de 2 a 3 años en procedimientos invasivos y además estamos en constante capacitación para atender cualquier tipo de intervención tanto estructural como de diagnóstico”, aseguró el jefe de la Unidad de Hemodinamia del centro de salud que es referencia en la Gran Caracas.
El especialista comenta que en la citada unidad “se han realizado procedimientos de implantes de válvulas y dispositivos de cierre de efectos de paredes del corazón; reparaciones de aneurismas de la aorta y aneurismas cerebrales, entre otras patologías”.
Por Jaime Bonetti Zeller