En el apasionante mundo de la etología felina, donde los expertos se centran en comprender el comportamiento de los gatos, un dato sorprendente ha permanecido en las sombras: aproximadamente el 30% de las terapias de conducta en gatos fracasan. ¿La razón detrás de este fallo silencioso? La falta de un elemento esencial: el acompañamiento y la implicación activa del dueño.

Lili Redon está llevando a cabo una revolución en la terapia de conducta felina al abordar este problema subyacente. Su enfoque innovador se centra no solo en comprender al felino, sino también en empoderar a los dueños de mascotas.

Lili, certificada en etología felina y coaching estratégico, reconoce que la terapia de conducta en gatos solo puede tener éxito si el dueño es un participante activo en el proceso. «A menudo, los especialistas se centran únicamente en el comportamiento del gato y olvidan que la clave para el éxito radica en guiar y apoyar al dueño en la implementación de un plan de acción efectivo», explica.

Con una profunda comprensión tanto de la psicología felina como de las dinámicas humanas, Lili propone una estrecha colaboración con los dueños de gatos. Su objetivo es doble. De un lado se asegura de que comprendan el comportamiento de su mascota,. Por otro, les brinda las herramientas y el apoyo necesarios para implementar el plan de acción sugerido.

La terapia de conducta en gatos puede ser exitosa cuando se considera a todo el sistema: el felino, el dueño y su relación.

Si bien el mundo de la etología felina se ha centrado durante mucho tiempo en los gatos, Lili está arrojando luz sobre el factor humano, reconociendo que la terapia de conducta efectiva debe abordar tanto las necesidades emocionales del gato como las del dueño.