En una sociedad en la que todo el mundo tiene abundancia de productos materiales, no siempre es fácil acertar con un detalle.

Sin embargo, es la dieta mediterránea la que puede traer el regalo perfecto sin necesidad de mirar más allá de la tierra.

España es tierra de vinos y aceites, dos productos que se han profesionalizado hasta hacerlos prácticamente gourmet. De ahí que puedan convertirse en una opción más que interesante para quedar bien.

Pero, ¿cómo elegir el mejor aceite de oliva?

Tal como explican desde OleoCasa, hay que tener en cuenta variables como la producción, el tipo de oliva y la tradición para dar con un oro líquido como el que llevan consiguiendo generación tras generación en su familia.

“El secreto de nuestro producto se basa en más de dos siglos de tradición exclusiva de producción de aceite de oliva. Aunamos las técnicas ancestrales con la innovación tecnológica y conseguimos exportar desde Jaén un producto único, exclusivo y que es el regalo perfecto para hacer con cariño” explican.

Picual, arbequina, gordal sevillana. Tres tipos de oliva características que dan aromas, sabores y detalles únicos a cada especialidad.

Cada vez más gente quiere conocer los secretos de un buen aceite virgen extra, aplicando cada tipo a cada comida concreta.

Desde el volumen, pasando por las notas picantes y ácidas o incluso por un aroma que recuerda a las flores y vainilla, cada aceite embotellado sirve para una ocasión especial.

Para conseguir el sabor perfecto tienen en cuenta un proceso arduo que pasa por controlar los brotes, el estrés hídrico de cada uno de los olivares o incluso su maduración, siendo perfectas para una primera cosecha las que aún se mantienen verdes en las ramas de las hectáreas de olivos de sus fincas.

Nada como regalar este producto, versátil, de calidad, único y cuidado, cosechado y tratado con cariño para demostrar cuánto importa la persona que se lo llevará a casa. Todo un regalo para los sentidos que habla de una de las tradiciones más arraigadas en nuestro país y que ha servido de escaparate al mundo en lo que a calidad y producto se refiere. No en vano, fuera de las fronteras tiene un valor casi incalculable.