Las dolencias en adultos mayores producidas, entre otras causas, por una mala postura al dormir, pequeñas lesiones músculo ligamentosas o por desgaste articular, pueden ser tratadas con esta terapia utilizada en personas de cualquier edad, adaptando la frecuencia y el pulso de la onda eléctrica a la tolerancia de cada quien. En adultos mayores, la electroanalgesia puede ser útil para tratar contracturas musculares, dolores en articulaciones desgastadas como las rodillas, hombros y cadera, y torceduras o esguinces leves al caminar.
Antes de emplear este tipo de terapia, se hace una evaluación para determinar el estado del paciente y la estrategia a seguir. Es importante que la persona pueda expresarse claramente y formular respuestas específicas para comunicar su nivel de tolerancia a la intensidad aplicada de corriente eléctrica. Si hubiera alguna dificultad del paciente para hablar, se recurre al método donde se coloca un electrodo al adulto y otro va en la mano del terapeuta, para controlar la intensidad de la corriente.
No se recomienda la electroanalgesia en zonas del cuerpo donde haya un daño titular o alteración de la sensibilidad de la piel o si hay heridas abiertas. Tampoco se recomienda en la parte superior del cuerpo de adultos mayores con marcapasos.
El Jefe de Fisioterapia en la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, licenciado Alexis Morillo, explicó que “este tratamiento puede utilizarse en personas de cualquier edad, adaptando la frecuencia y el pulso de la onda eléctrica a la tolerancia de cada quien”.
Añadió que “en el adulto mayor puede servir para tratar contracturas musculares, producto de una mala posición durante la noche, o una torcedura o un esguince leve al caminar, así como los dolores que se presentan en articulaciones desgastadas como las rodillas, hombros y cadera”.
Indicó el fisioterapeuta que antes de emplear este tipo de terapia se hace una evaluación, para determinar el estado del paciente y la estrategia a seguir. Una de las condiciones primordiales es que la persona pueda expresarse claramente y formular respuestas específicas, para que pueda comunicar su nivel de tolerancia a la intensidad aplicada de corriente eléctrica, “si hubiera alguna dificultad del paciente para hablar, se recurre al método que se usa con los niños: se coloca un electrodo al adulto y otro va en la mano del terapeuta, para controlar la intensidad de la corriente”.
El especialista señaló que no puede utilizarse en zonas del cuerpo donde haya un daño titular o alteración de la sensibilidad la piel o si hay heridas abiertas. Tampoco se recomienda la electroanalgesia en la parte superior del cuerpo de adultos mayores con marcapasos, “en ellos no es posible usarla en la región del tórax, hombros o cervical, porque puede interferir con el funcionamiento de la batería del dispositivo. Pero si podría usarse en el tobillo, por ejemplo”.
Aplicación terapéutica
Morillo explicó que este tratamiento puede emplearse diariamente cuando el dolor está en una etapa aguda y “luego puede espaciarse progresivamente su aplicación, con la evaluación continua del especialista, quien debe verificar si la dolencia está aliviándose o ha desaparecido”.
La terapia consiste en colocar en la zona afectada dos electrodos por un período de 20 minutos, si es tolerado por la persona.
En la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, los huéspedes permanentes o temporales reciben atención de especialistas para mantenerse activos físicamente y preservar su calidad de vida. Entre estos cuidados se encuentran las terapias físicas manuales, los ejercicios supervisados y los tratamientos aplicados con dispositivos de estimulación eléctrica como la electroanalgesia.
Se puede obtener más información sobre los servicios y las consultas en Hogar La Ponderosa visitando su página web: hogarlaponderosa.com o siguiendo sus cuentas en redes sociales como Instagram @hogarlaponderosa.