El panorama empresarial ha cambiado considerablemente. El foco, a día de hoy, no solo desde la zona de recursos humanos sino también a nivel legislativo está puesto en el bienestar de los trabajadores y en crear entornos de trabajo en los que el buen ambiente pueda ser viable.

Para conocer cuáles son las fortalezas y debilidades de cada compañía, son muchas las que acaban optando por auditarse con empresas externas que puedan arrojar luz sobre los puntos necesarios para mejorar.

“Las empresas hoy en día necesitan retener talento y optimizar al máximo sus recursos de personal. Eso se consigue gracias a evaluaciones de desempeño, políticas retributivas adecuadas a cada trabajador y consiguiendo crear un ambiente laboral en el que la colaboración y el trabajo fluyan” explican desde Scott Asesoría, expertos en este tipo de estudios.

Según su experiencia, más allá de poder valorar otros encuadres, hay tres que son fundamentales:

  1. Ambiente laboral: influye directamente en la moral de los empleados, su compromiso con la empresa y, en última instancia, en el éxito del negocio. Las auditorías del ambiente laboral se centran en evaluar aspectos como la cultura organizacional, el equilibrio entre trabajo y vida personal, el respeto y la igualdad en el trato, la comunicación interna y el clima interdepartamental. Gracias a encuestas, entrevistas y análisis de datos se pueden buscar mejoras para promover una empresa más positiva y saludable.
  2. Políticas retributivas: La remuneración es un tema polémico y de gran relevancia para los empleados. Los sueldos no sólo deben ser justos, sino también alineados con los resultados de la empresa. En este espacio, los expertos evalúan si los salarios y beneficios se ajustan a criterios de equidad interna y externa, si están en línea con el rendimiento y la contribución de cada empleado, y si cumplen con las regulaciones laborales vigentes. “El objetivo de diseñar sistemas de incentivos que impulsen el rendimiento y fomenten la retención del talento puede ser en algunos casos una buena solución para mejorar la productividad” explican.
  3. Evaluar el desempeño: es el apartado que sirve para medir el rendimiento individual y colectivo de la plantilla. No es sencillo porque siempre hay suspicacias en los equipos, pero en realidad se trata de buscar con los trabajadores cómo mejorar su puesto de trabajo para que luzca mejor en la facturación y sirva para el crecimiento de forma directa.

En realidad el objetivo de todo es conseguir mayor productividad a través de la mejora de condiciones de los trabajadores y una mayor implicación en la resolución de conflictos y retos.