Por Lorenzo Bazzoni

La Enfermedad Celíaca es un problema autoinmune que afecta a las personas genéticamente susceptibles y se caracteriza por una inflamación crónica, y por la atrofia de la mucosa del intestino delgado, causadas por la sensibilidad a las proteínas del gluten presentes en los cereales como el trigo, centeno, cebada y la avena, aunque nuevas investigaciones están contemplando incluir al maíz y el arroz. Especialistas destacan que esta afección no debe confundirse con la alergia al gluten ni con el SIBO.

Para concientizar sobre la importancia de que la población se realice los estudios pertinentes para detectar este padecimiento, que afecta a una de cada cien personas en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada 5 de mayo el Día Internacional de la Enfermedad Celíaca.

La nutricionista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), licenciada Milena Randisi, explicó que “la celiaquía es más frecuente en mujeres que en hombres y más en adultos que en niños, además, los síntomas varían entre la adultez y la infancia, cuando se puede presentar la malabsorción que afecta al crecimiento y el desarrollo, así como irritabilidad, anemia, déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otros”. Expresó que los síntomas en los adultos incluyen: diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón, gases, dolor abdominal, náuseas, vómitos y estreñimiento.

La especialista enfatizó que más del 50% de las personas con celiaquía no tiene síntomas asociados al sistema digestivo, sino que presentan anemia por deficiencia de hierro, problemas óseos, erupciones cutáneas, úlceras en la boca, y migrañas, entre otros. En todos los casos es importante acudir al médico, y es el gastroenterólogo quien realiza el diagnóstico respectivo, para la cual debe hacer exámenes que incluyen pruebas de sangre y biopsia.

Por Lorenzo Bazzoni

La licenciada en Nutrición y Dietética señaló que para diagnosticar este padecimiento es necesario no solo tomar en cuenta los síntomas, sino que hay que realizar varias evaluaciones que deben salir positivas como: Anticuerpos “anti-gluten”; Linfocitos CD4 (un tipo de glóbulo blanco) y anticuerpos anti-transglutaminasa tisular IgA (tTG-IgA) y tisular 2 (tTg2). A nivel genético los Haplotipos HLA-DQ2 y HLA-DQ8 (estas variantes también predisponen a desarrollar otras enfermedades autoinmunes como la Diabetes Tipo I), y la enteropatía (el sistema inmunitario destruye ciertas células del intestino).

Destacó que en el GMSP los especialistas están capacitados con las últimas investigaciones en esta materia para atender y diagnosticar debidamente a los pacientes con síntomas que pudieran de esta patología. Igualmente, la clínica tiene laboratorios con alta tecnología para hacer los respectivos diagnósticos.

Síntomas compartidos

“Es importante hacer las pruebas porque la celiaquía puede confundirse con otras patologías como la sensibilidad al gluten no celíaca o el SIBO, ya que los síntomas pueden ser parecidos, porque afectan al mismo órgano: el intestino delgado”, indicó Randisi.

Explicó que la celiaquía es autoinmune y compromete la barrera intestinal por la ingesta específica de gluten, pero el SIBO puede ocasionarse por bacterias que no deben encontrarse en el intestino delgado, pero que migran a este desde otros órganos, lo cual fermenta la comida en el intestino y como consecuencia se producen gases, dolor, distensión abdominal y variaciones en las evacuaciones. Para diagnosticar el SIBO solo es necesario la “prueba del aliento”. Mientras que la sensibilidad o alergia al gluten no celíaca incluye síntomas gastrointestinales y extraintestinales.

Otra gran diferencia es el tipo de dieta que debe llevar cada condición, ya que los celíacos suelen responder muy bien al eliminarles los cereales, mientras que a las personas con SIBO no les bastará solo con esto, ya que deben llevar una dieta Fodmap, que excluye a un grupo de carbohidratos de cadena corta y polioles, que no se digieren totalmente en el intestino delgado, llegando hasta el colon.

Por otro lado, indicó que un celíaco puede utilizar productos corporales con gluten mientras no le produzca ninguna reacción y no se los coma, pero las personas con alergia no pueden tocar u oler algo que contenga esa proteína.

Randisi destacó que “la enfermedad celíaca no se cura, se trata y el único tratamiento es llevar una dieta sin gluten. Aunque hay muchos estudios en curso prometedores, aún no hay suficiente evidencia para indicar un tratamiento distinto al de una dieta específica”.

En la web https://www.grupomedicosp.com/ o a través de las redes sociales @grupomedicosp en Instagram y Grupo Medico Santa Paula en Facebook se puede obtener más información sobre los servicios disponibles y consultas médicas con los especialistas.

Por Lorenzo Bazzoni