Un mal funcionamiento de los riñones condiciona la salud de cada vez más personas en nuestro país: una de cada siete personas en España vive con Enfermedad Renal Crónica (ERC)1. Por ello, GSK, como compañía comprometida con la salud de los pacientes renales, ha querido dedicar el Día Mundial del Riñón, este 9 de marzo, a visibilizar la importancia de cuidar la salud renal y a reflexionar sobre estrategias conjuntas con profesionales sanitarios y pacientes para mejorar el abordaje de patologías como la enfermedad renal crónica y la anemia asociada o la nefritis lúpica; así como del riesgo incrementado que presentan estos pacientes de sufrir infecciones y de que éstas sean más graves respecto de la población sin estas condiciones.

En el marco de este Día Mundial, GSK ha liderado diversas iniciativas, entre las que destaca la participación en un programa de radio dedicado a aumentar el conocimiento de enfermedades renales y que se ha emitido desde las instalaciones de la compañía en Tres Cantos (Madrid). En el programa han participado expertos de primer nivel como el Dr. José María Portolés, jefe de servicio de nefrología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, y Daniel Gallego, presidente de la federación de asociaciones de pacientes ALCER y paciente renal. “GSK es una compañía comprometida con la nefrología y los pacientes renales. Trabajamos con responsabilidad junto a profesionales y autoridades sanitarias, así como asociaciones de pacientes, para fomentar el conocimiento de estas enfermedades, sus complicaciones y el diagnóstico temprano, contribuyendo así a mejorar la vida de estas personas”, ha señalado María José Muñoz Juárez, directora médica de GSK España, Portugal e Israel.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) consiste en una alteración de la estructura y función renal que afecta a la capacidad de los riñones para eliminar las toxinas, concentrar la orina y conservar o producir determinados componentes esenciales de la sangre4. En fases avanzadas, requiere un tratamiento sustitutivo renal mediante diálisis o un trasplante de riñón5. Es una enfermedad en aumento, que ya está en el “top 10” de causas de mortalidad en todo el mundo6 y se espera que sea la segunda en España antes de final de siglo3.

La Dra. Patricia de Sequera, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y jefa de servicio de nefrología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, explica que “muchos pacientes no se diagnostican porque la ERC no produce síntomas, no duele como el infarto, no ahoga como la enfermedad pulmonar… no produce síntomas hasta que está muy avanzada. La ERC se clasifica en cinco estadios o grados, en el 1 la función renal es normal y en el 5 el paciente tiene un filtrado inferior a 15 mL/min y está a las puertas de la diálisis o el trasplante. Pues bien, hasta los estadios 4-5 no hay síntomas. Es decir, a menudo se detecta tarde, por lo que se considera como una de las enfermedades silenciosas del siglo XXI”.

La ERC, además, provoca complicaciones que afectan de manera negativa a su pronóstico. Una de las más relevantes es la anemia renal, que empeora a medida que aumenta el deterioro de la función renal. Uno de cada cinco pacientes con ERC la presenta, lo que les impacta de forma directa en su calidad de vida, con fatiga, mareos, falta de concentración y dificultad para realizar tareas cotidianas 7,8,9. “Algunos pacientes lo describen como que ‘les falta la vida’”, comenta la Dra. de Sequera.

Unir fuerzas en el Día Mundial del Riñón

En el Día Mundial del Riñón, la Dra. Patricia de Sequera, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N) y jefa de nefrología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid; Juan Francisco Pulido, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) y Daniel Gallego, presidente de ALCER y paciente renal, han compartido propuestas e inquietudes sobre la manera de abordar la ERC. Todos ellos coinciden en que hay margen de mejora para adelantar el diagnóstico y para optimizar el abordaje de la ERC y la anemia asociada. En este sentido, la campaña “La línea roja de la anemia renal, impulsada por GSK dentro del Instituto Nacional de Anemia Renal (INAR), con el aval de S.E.N, SEDEN y ALCER, busca concienciar a la población general acerca de la importancia del control de la hemoglobina en las personas que viven con ERC.

Para Daniel Gallego, la ERC “significa un antes y un después en tu vida, con muchas limitaciones diarias, físicas, nutricionales y de estilo de vida. Tienes que aprender a manejar los síntomas, estar más pendiente de tu cuerpo para intentar estar lo mejor posible”. Entre estos síntomas, están los de la anemia renal que, por inespecíficos, Daniel considera que “puede incluso confundirse con la depresión, pues son el cansancio, la falta de apetito o las pocas ganas de hacer cosas”. El presidente de ALCER recuerda a los pacientes renales que es importante reportar estos síntomas cuanto antes al médico y, a su vez, el médico debe preguntar a los pacientes cómo se sienten o si se sienten bien con el tratamiento prescrito. Pero, además de la relación médico-paciente, Daniel cree que “la población general debe empezar a darle importancia a la ERC y cómo prevenirla. Al igual que todo el mundo se preocupa por el colesterol, deben empezar a saber lo que es la creatinina”. “Los riñones están trabajando 24 horas al día y nunca les damos la importancia que tienen”, concluye.

La enfermedad renal también puede ser consecuencia de otras patologías, como el lupus. Alrededor del 40% de los pacientes con lupus llegan a desarrollar nefritis lúpica, y un 20% de los pacientes con nefritis lúpica pueden desarrollar Enfermedad Renal Terminal en los 10 años posteriores al diagnóstico10. Además, los profesionales y pacientes también coinciden en la necesidad de concienciar sobre la vulnerabilidad de los pacientes con ERC y de su mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas, infecciones que puedan comprometer la supervivencia de los pacientes renales, desencadenar un rechazo del trasplante o la desestabilización de su enfermedad.11,12 Por lo que informar sobre medidas de prevención, como las vacunas, es especialmente relevante en estos casos.

En este sentido, el contacto con los profesionales sanitarios para estar informado y conocer bien los síntomas de la enfermedad cobra un papel muy relevante. Juan Francisco Pulido, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), considera que “desde el primer momento que la persona con insuficiencia renal entra en contacto con el sistema sanitario, los profesionales de la enfermería nefrológica son quienes acompañan al paciente, le educan en salud, guían en la toma de sus propias decisiones, entrenan en las habilidades que son necesarias, les informan de los signos de alarma y proporcionan los cuidados que ellos no pueden realizar”. La ERC pasa por diferentes fases, y es muy importante que tanto el paciente como su familia se sientan arropados y atendidos. “La relación de la enfermería nefrológica con las personas que viven con insuficiencia renal no es una relación “estándar” de enfermería – paciente. La enfermería siempre estará a su lado y del de su entorno familiar. Se crean lazos muy fuertes y que, en multitud de ocasiones, se prolongan a lo largo del tiempo”, concluye Pulido.

 

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