Guadalajara se está convirtiendo en uno de los destinos de moda para escapadas desde la capital. Su cercanía con Madrid debería bastar para que, cada fin de semana, puente o vacaciones, cientos de personas se decidieran por recorrer su provincia, llena de historia, de paisajes únicos, de tradición gastronómica y, ahora en verano, también de lavanda.
Desde que Brihuega apostara por plantar, como si de la Provenza se tratara, campos de lavanda, cada año se ha visto más público en esta época de calor.
“Han crecido las reservas de forma exponencial en los últimos años. Lo cierto es que quien viene a nuestra provincia acaba enamorándose. En pueblos como el nuestro, el pequeño Horche, hay bodegas subterráneas que sorprenden. Pero no hace falta nada más que mencionar Sigüenza, Pastrana, la Tejera Negra, el Alto Tajo o Sacedón para que cualquier viajero, con cualquier tipo de inquietud, encuentre lo que busca” explican desde Casa Rural Tío Mora.
¿Qué visitas son imprescindibles?
Brihuega: aunque en verano se llena de turistas dispuestos, sobre todo con la puesta de sol, a ver los inmensos campos de lavanda, su historia, su enclave único y sus murallas hablan de una villa histórica que ha tenido mucha relevancia en la propia historia de España. De origen celtíbero, fue sonada su batalla en la llamada Guerra de la Sucesión y cuenta en su espacio con la Real Fábrica de Paños, una de las que fue una instalación industrial de referencia no solo a nivel nacional sino internacional hasta el siglo XIX.
Sigüenza: la ciudad del Doncel ha tenido mucha relevancia a nivel histórico. De hecho, tanto su catedral y zona monumental alrededor, con la Plaza Mayor en su costado y su castillo, convertido en Parador, son el principal reclamo. Pero no el único. La gastronomía de la zona es un verdadero y auténtico manjar cuando llega el momento de encender chimeneas y hornos para preparar asados.
Pastrana: decir que aquí es donde se encuentra una de las colecciones de tapices bélicos más importantes de Europa y que en su catedral descansan, entre otros, la Princesa de Éboli, que fue una de las figuras más relevantes de la corona. También la familia Mendoza, de gran influencia en la Corte, tiene su huella en la localidad.
Pero no solo es historia, como en su capital, donde se puede visitar el Palacio del Infantado o incluso el llamado de La Cotilla.
También es naturaleza en espacios como el Alto Tajo, sus pantanos como el de Sacedón o Alcorlo, la Tejera Negra…