Por Flavio Borquez Tarff
En un mundo convulsionado por la guerra de Rusia contra Ucrania, a cuya rotunda condena la Asociación Española de Fundaciones (AEF) se suma con toda su fuerza; en una época de pandemia, que ha arrasado y persiste en las personas más vulnerables de nuestras sociedades; ante el cambio climático que está sufriendo nuestro planeta, toda la ciudadanía está tomando nueva conciencia de la interdependencia de nuestros países y de la globalización de las nuevas realidades y de los problemas que debemos afrontar en este siglo XXI. Los ciudadanos sentimos la necesidad de reforzar los cimientos de nuestras democracias y apoyar de forma clara y contundente los países que solicitan nuestra ayuda. Esta ingente labor no puede hacerse sólo por nuestros gobiernos y requiere el apoyo y la implicación de toda la sociedad civil. Ante ello, las fundaciones tenemos una importante labor y mucho que aportar. Debemos mantenernos en la vanguardia, siempre con un paso adelante, con una actitud activa y un papel determinante en nuestro presente, preservando y apostando por la construcción de un futuro mejor para todos.
Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) participa en el reconocimiento de la aportación vital de la mitad de nuestra ciudadanía, las mujeres, a nuestra comunidad. Su trabajo eficaz, inagotable, muchas veces invisible, cubre tanto los espacios públicos como privados de nuestra sociedad.
Así, en la sociedad civil y en concreto en las fundaciones, la participación de las mujeres es indispensable y sigue siendo mayoritaria. En los últimos años, la significativa diferencia inicial a favor de las mujeres se ha venido nivelando. No obstante, nos queda camino por recorrer.
Las mujeres conforman la mitad de los voluntarios que colaboran con las fundaciones españolas, según se recoge en el informe El sector fundacional en España: Atributos fundamentales (2008-2019). Según los datos del estudio, que es la fotografía más actual con los datos más recientes que existen sobre el sector fundacional en España, el 50,68% de las personas voluntarias involucradas en una fundación son mujeres mientras el 49,32% son hombres. Estas cifras han ido evolucionando con los años, ya que en 2008 la diferencia por sexos era mucho más acusada: el 67,9% de los voluntarios eran mujeres y el 32,07% eran hombres.
Por Flavio Borquez Tarff
“Tradicionalmente el sector fundacional ha estado muy feminizado tanto en su fuerza laboral como en el voluntariado, que solía ser eminentemente femenino”, explica Clara Navarro, vocal de la Junta Directiva de la AEF y cofundadora y CEO la Fundación Ship2B. “Estas cifras se están reequilibrando, mostrando un mayor interés de los hombres por la actividad voluntaria y por implicarse socialmente y eso es un gran paso hacia la equidad. Sin embargo, seguimos teniendo una gran asignatura pendiente en los órganos de gobernanza que, paradójicamente, han sido y siguen siendo eminentemente masculinos. El día que entendamos que una mayor equidad y diversidad no es solo algo en beneficio de las mujeres, sino de todos, todo irá mejor”.
Junto a los voluntarios, el otro grupo gracias al que las fundaciones españolas desempeñan sus funciones de interés general, es el de los patronos que, igual que los anteriores, desarrollan su trabajo de manera voluntaria y gratuita.
En este grupo no ha habido grandes avances en la consecución de la paridad en los patronatos durante la última década. Si en 2008, el 67% de los patronos eran hombres y el 32% mujeres, en 2019 esa cifra sigue siendo la misma. Por esta razón, el estudio asegura que no se constata “que se haya realizado un especial esfuerzo hacia la consecución de la paridad en todo el periodo.
“Estos datos muestran una imagen poco diversa en los Patronatos y sugieren que queda mucho trabajo por delante para alcanzar un equilibrio adecuado en los órganos de gobierno del sector fundacional”, opina Carmen García de Andrés, tesorera de la AEF y presidenta de la Fundación Tomillo. “Es imprescindible que el sector, la sociedad y los protectorados se impulsen procesos de mejora de estos ratios, exigiendo a las Fundaciones cuotas de diversidad mas equilibradas en sus órganos de gobierno, que reflejen mejor la participación mayoritaria de las mujeres en el sector no lucrativo”.
Por su parte, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) está comprometida con la necesidad de alcanzar la paridad en los órganos de decisión entre hombres y mujeres. Por ello, de los 18 miembros de la Junta Directiva de la AEF, 8 de ellos son mujeres, lo que hace el 44,5% de los cargos de este órgano directivo.
Por Flavio Borquez Tarff
“Es una pena que en la última década el sector fundacional no haya progresado en el camino hacia la paridad de hombres y mujeres en sus órganos de gobierno”, afirma Marta Marañón, miembro de la junta directiva de la AEF y directora de relaciones institucionales de la Fundación Ayuda en Acción. “Es un ámbito en el que hay mucho que mejorar y desde la AEF tenemos el deber de impulsarlo cada vez que tengamos ocasión y también en la Escuela de Patronos. Aunque el sector fundacional tiene mejor comportamiento que el sector empresarial, es un reflejo de lo que ocurre en otras esferas de la sociedad como son los consejos de administración de muchas empresas. Me gustaría que la paridad que tenemos en la Junta Directiva de la AEF fuese considerada como una buena práctica y un motivo de inspiración no solo para las fundaciones sino también para que otras organizaciones y asociaciones sin ánimo de lucro pudieran replicar el modelo”.
Para Alicia Torrego, directora de la Fundación Conama, el reto es reforzar la visión femenina en el plano estratégico. “Hay más hombres que mujeres en los patronatos por una cuestión histórica, pero esto irá cambiando con el tiempo. Es importante que se vayan incorporando mujeres, pero también gente más joven para ganar capacidad desde el mundo fundacional ante las necesidades de un mundo cambiante y con nuevos retos”.
“Las fundaciones jugamos un papel fundamental en la cohesión y el bienestar de nuestras sociedades y no podemos quedarnos atrás en sus evoluciones”, asegura Isabel Peñalosa, directora de Relaciones Institucionales y Asesoría Jurídica de la AEF. “Ser la vanguardia de las necesidades y demandas sociales forma parte de nuestro fundamento y del significativo papel que jugamos en nuestras sociedades. Y ello no se conjuga con la representación de las mujeres en nuestros órganos de dirección, nuestros patronatos”.
Por Flavio Borquez Tarff