Mejorar la calidad del suelo, reduciendo el impacto de las operaciones agrícolas en el medio ambiente y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), así como restaurar la biodiversidad se han convertido en una prioridad en la gestión de las explotaciones agrarias que proveen de cereales a Nestlé en nuestro país.
Por ello, la Compañía ha trabajado con Fundación Global Nature, organización dedicada a la protección de la naturaleza, en un proyecto de agricultura regenerativa centrado en la producción de cereales para alimentación infantil.
Dicho piloto se está desarrollando en 19 granjas agrícolas de nuestro país y ha servido para establecer las mejores prácticas aplicables a los cultivos de cereal, de manera que estén alineadas con la agricultura regenerativa. Las prácticas implementadas están centradas en la gestión de nutrientes y del suelo, la protección de cultivos y la conservación de hábitats seminaturales, entre otras.
Durante 2022 y como resultado de las medidas desarrolladas, la Compañía ha conseguido 4.200 toneladas de cereales que han supuesto una mejora significativa del medio ambiente y ha conllevado una reducción de un 6% de las emisiones de GEI, una mejora del suelo y de la biodiversidad y una reducción de insumos.
Además, la materia prima obtenida mediante esta iniciativa se ha empleado en la elaboración de papillas de cereales infantiles Nestlé que lleva a cabo la Compañía en su fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria). Así, alrededor del 20% del total de los cereales utilizados para su producción ya se han obtenido a través de agricultura regenerativa. La empresa continúa trabajando en su ambición para que al menos el 50% de los cereales de las papillas Nestlé para bebés en nuestro país provengan de este tipo de agricultura para 2030.
Fuente: Nestlé