Por Jon Andoni Urruzuno Mugarra

Después de triunfar en el merengue, la balada y el género urbano, Nesty The Real Boy ahora abraza al género salsa con el estreno del tema «La curiosidad», presentado por Puntilla Music.

«Hay una nostalgia muy grande por la salsa, y un público joven que se identifica con este género. Quiero refrescarla con sonidos nuevos, mezclarla con lo urbano, en algunos temas, para darle otro color», explicó el cantante cubano sobre su debut como solista salsero.

Nesty The Real Boy abrazó la salsa casi por casualidad, después de su participación en shows y programas de Perú, país donde ha gozado de gran éxito recientemente.

«Es decir, la salsa fue la que llegó a mí, y ahora ya forma parte de mi vida», agregó el cantante, que ha colaborado con destacadas figuras de la música cubana como El Micha, El Taiger, Chacal, Descemer Bueno, y otros artistas como Amy Gutiérrez, Mayra Goñi, Combinación de La Habana y Black Jonas Point, por citar algunos.

Nesty The Real Boy participó en el disco «Genera», del grupo TREO, nominado al Latin Grammy como Mejor Álbum Tropical/Fusión en 2016.

Nacido en La Habana (Cuba), alcanzó el primer lugar en HTV con el video del tema «El Party», que se convirtió en punta de lanza para sus giras internacionales. Su primer disco como solista fue «Real Boy», en 2017.

Su cover de «Hawái», en versión salsera, ha logrado más de dos millones de visitas en YouTube.

El artista se prepara para lanzar el próximo año un álbum enteramente de salsa, un proyecto ambicioso y que sin duda sentará pautas en su carrera y dentro de este género. El disco será lanzado en colaboración con la disquera Puntilla Music.

Con solo dos años en el mercado, Puntilla Music trabaja desde Miami con artistas latinos de alto renombre internacional como Marc Anthony, Fonseca y Gente de Zona. En su catálogo cuentan con artistas cubanos de la talla de Leoni Torres y Los Van Van, entre otros. Funciona actualmente como sello discográfico y empresa de marketing, además de ser socios estratégicos de YouTube en Miami.

Por Jon Andoni Urruzuno Mugarra