Aún hoy, cuando ya han pasado años desde que se empezaron a comercializar y a generalizar ciertos productos con CBD, hay gente que sigue sin estar convencida de lo que es o de si su uso podría crear adicción o variar las capacidades cognitivas de las personas.
Pese a esto, cuando se compran productos de cosmética, parece que detrás hay un aval que garantiza que no suceda y eso da cierta confianza. Pero, por ejemplo, las flores de CBD son las grandes desconocidas para un porcentaje alto de la sociedad que no consume este tipo de producto.
Hay que comenzar diciendo, tal como explican en Efecto CBD, tienda especializada en este tipo de producto, que las flores de cannabis o cáñamo son esa parte de la planta que contiene cannabidiol (CBD), pero, sin embargo, niveles muy bajos de THC que sería la parte psicoactiva. Cuando se habla de niveles bajos, se habla de porcentajes que no superan siquiera el 0.3%. “Lo que está claro es que las flores no producirán lo que vulgarmente se llama colocón” explican, resaltando que el “CBD es un compuesto no psicoactivo que se ha asociado con una variedad de beneficios potenciales para la salud, como aliviar el dolor, reducir la ansiedad y mejorar el sueño”.
¿Para qué se usan entonces las flores?
Su uso, principalmente, es terapéutico. Sus beneficios han sido ampliamente comentados, demostrados y publicados por médicos y expertos en este tipo de terapias aplicadas a dolencias como la epilepsia, la ansiedad, la depresión o el dolor crónico.
Este tipo de producto, presentado en forma de cogollo, se puede consumir de varias formas. Aunque su fórmula más habitual es fumada, cada vez es más habitual en preparados de infusiones o tés o en un formato de aceites o comestibles que se fabrican a partir de esta base.
Una de las preocupaciones de muchos usuarios pasa por la legalidad. En realidad, hay que atender a cada país y región ya que es habitual que, dependiendo del umbral de THC que contenga cada flor.
En España, aunque a día de hoy sigue sin estar regulado como complemento alimenticio, lo que serviría para poder encontrarlo a la venta en muchos más establecimientos y garantizar de una forma más segura su calidad – hay que decir que las tiendas online y físicas que se dedican a estos productos tienen un compromiso con la calidad muy elevado – su venta es totalmente legal.
“Está claro que no se vende un producto que comprometa la voluntad de las personas. Se trata de un producto avalado por la comunidad científica para tratamientos de dolor o malestar” concluyen.