Banco Santander se ha sumado al proyecto Motor Verde impulsado por Fundación Repsol junto a Grupo Sylvestris; una iniciativa de compensación de emisiones de dióxido de carbono, centrada en la reforestación y la regeneración de bosques, que pretende convertir a España en referente europeo en el sector de la compensación, promoviendo al mismo tiempo una economía social, verde y sostenible, con un efecto transformador en el medio local, que generará empleo para 15.000 personas, con especial atención a la inclusión de los colectivos más vulnerables.
La entidad financiará la creación de tres bosques Santander que cubrirán una extensión de más de 300 hectáreas, el primero de los cuales comenzará a plantarse este mismo otoño en la región de Extremadura, primera comunidad autónoma en unirse a Motor Verde y a la que ha seguido recientemente el Principado de Asturias.
Con su aportación, Santander, logrará compensar la emisión de 82.000 toneladas de CO2, contribuirá al cuidado de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático y respaldará el desarrollo rural y la generación de empleo, en el marco de su estrategia de banca responsable y sus políticas de gestión ambiental.
Marta Aísa, directora de Banca Responsable de Santander España, ha destacado que “a través de nuestra participación en Motor Verde reforzamos nuestro compromiso medioambiental, con nuestras comunidades y con los ODS de Naciones Unidas, ya que apostamos por un proyecto de reforestación de alta calidad y con una gran capacidad de absorción real de CO2 de la atmósfera, pero también, y es igualmente importante, que fomenta el desarrollo de una economía local sostenible y la generación de empleo”
Metodología innovadora
El proyecto Motor Verde cuenta con una metodología propia y diferencial, que lo dota de gran fiabilidad y rigor. Se realiza un exhaustivo análisis previo, trabajo sobre el terreno y mantenimiento posterior a la plantación, para afianzar la conservación de los ejemplares plantados, clave para la resiliencia del bosque a futuro, apostando por el desarrollo sostenible del entorno. Además, todos los proyectos se diseñan de acuerdo con los máximos estándares de la Oficina Española de Cambio Climático, el organismo oficial de certificación dependiente de Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Banco Santander, que mide, reporta y reduce su huella ambiental desde 2011, es neutra en carbono en su propia actividad desde 2020 a través de la disminución de emisiones y la compensación de aquellas que no puede reducir a través de distintas iniciativas.
La entidad, que quiere construir un banco cada vez más responsable, continuará impulsando la labor de conservación de los ecosistemas en todos los países en los que opera, como en Brasil, respaldando el desarrollo sostenible de la Amazonia; Chile, donde participa en proyectos de restauración de áreas degradadas e implementa corredores biológicos para la fauna nativa, o Polonia, donde la entidad se convertirá en conservadora de uno de los ecosistemas protegidos del país en la Baja Silesia.
A esto se suman los objetivos que Santander se ha fijado a nivel global a medio y largo plazo, como facilitar más de 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025 y hasta los 220.000 millones de euros en 2030 o dejar de ofrecer servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico en 2030, entre otras medidas impulsadas en su camino para alcanzar las cero emisiones netas en 2050.
Durante 2020 Santander fue reconocido por el Dow Jones Sustainability Index como uno de los bancos más sostenibles del mundo.