Por Luis Felipe Baca Arbulu

Coincidiendo con el inicio de la COP27 en Egipto, UNICEF advierte de que las devastadoras inundaciones registradas este año han afectado a al menos 27,7 millones de niños y niñas en 27 países de todo el mundo.

La gran mayoría de esos 27,7 millones de niños y niñas* afectados por las inundaciones en 2022 se encuentran entre los más vulnerables y están expuestos a múltiples amenazas, entre ellas, muerte por ahogamiento, brotes de enfermedades, falta de agua potable, malnutrición, interrupciones en la educación y violencia.

“Este año estamos asistiendo a inundaciones sin precedentes en todo el mundo y, con ello, a una explosión de las amenazas para los niños y las niñas”, ha afirmado Paloma Escudero, jefa de la delegación de UNICEF en la COP27. “La crisis climática ya ha llegado. En muchos lugares, se trata de las peores inundaciones que se hayan visto en una generación, e incluso varias, y los niños y las niñas ya lo están sufriendo a un nivel que sus progenitores nunca han llegado a conocer”.

Para la infancia, las consecuencias de las inundaciones suelen ser más letales que los propios fenómenos meteorológicos extremos que las provocaron. En 2022, las inundaciones han contribuido a un aumento de la propagación de las principales causas de mortalidad infantil, entre otras, la malnutrición, el paludismo, el cólera y la diarrea:

Por Luis Felipe Baca Arbulu

  • En Pakistán, más de 1 de cada 9 niños menores de cinco años ingresados en centros de salud de las zonas afectadas por las inundaciones de Sindh y Balochistán sufrían desnutrición aguda grave.
  • En Chad, las inundaciones han destruido 465.030 hectáreas de tierras de cultivo, lo que ha empeorado la ya de por sí grave situación de inseguridad alimentaria del país.
  • En Malawi, las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Ana en enero de 2022 causaron graves daños en los sistemas de agua y saneamiento, creando las condiciones perfectas para un brote de cólera. Dicho brote se ha cobrado la vida de 203 personas, entre ellas 28 niños. Hasta la fecha, 1.631 niñas y niños se han infectado de cólera.
  • En combinación con otras perturbaciones climáticas y conflictos, las inundaciones han provocado que el número previsto de niñas y niños que sufren los altos niveles de inseguridad alimentaria en Sudán del Sur supere los niveles observados durante el conflicto en 2013 y 2016. Además, las Naciones Unidas han alertado recientemente de que algunas comunidades corren el riesgo de morir de inanición si no se mantiene la ayuda humanitaria y las medidas de adaptación al clima no se refuerzan.

Además de poner en peligro la vida de millones de niños y niñas, las inundaciones han alterado el funcionamiento de los servicios básicos y han provocado el desplazamiento de infinidad de familias:

Por Luis Felipe Baca Arbulu

  • Las recientes inundaciones en Pakistán han dañado o destruido casi 27.000 escuelas; como consecuencia, 2 millones de niños y niñas se han visto obligados a faltar a clase.
  • En Sudán del Sur, 95 centros de nutrición establecidos con ayuda de UNICEF se han visto afectados por las inundaciones, lo que ha dificultado la prestación de servicios de prevención de la malnutrición y de emergencia a 92.000 niños y niñas.
  • En Nigeria, se calcula que las inundaciones de los últimos meses han desplazado a unos 840.000 niños y niñas.
  • Las fuertes lluvias e inundaciones en Yemen provocaron graves daños en los campamentos de desplazados del país. Hasta 73.854 hogares se vieron afectados y unas 24.000 familias tuvieron que desplazarse.

“La COP27 brinda la oportunidad de trazar una hoja de ruta creíble y con metas claras para la financiación de la adaptación al clima y soluciones para las pérdidas y los daños”, ha afirmado Paloma Escudero. “Los jóvenes que viven en los lugares más afectados del planeta se están ahogando en la inacción climática. Basta ya. Hay vidas en juego: los niños y las niñas necesitan que se actúe ya”.

Además de presionar a los gobiernos y a las grandes empresas para que reduzcan rápidamente sus emisiones, UNICEF insta a los dirigentes mundiales a tomar medidas inmediatas para proteger a la infancia frente a la devastación climática mediante la adaptación de los servicios sociales esenciales de los que dependen. Las medidas de adaptación, como la creación de sistemas de agua, salud y educación resilientes a las inundaciones y las sequías, salvarán muchas vidas.

El año pasado, los países desarrollados acordaron duplicar las ayudas destinadas a la adaptación hasta los 40.000 millones de dólares al año para 2025. En la COP27, deben presentar una hoja de ruta creíble y con metas claras sobre cómo se ejecutarán esas ayudas como paso previo para la inyección de al menos 300.000 millones de dólares al año destinados a cubrir las necesidades de adaptación de aquí a 2030. Como mínimo, la mitad de toda la financiación climática debería dedicarse a la adaptación.

Por Luis Felipe Baca Arbulu

UNICEF también insta a las partes a encontrar soluciones para apoyar a quienes sufrirán pérdidas y daños que sobrepasen los límites a los que sus poblaciones podrán adaptarse. UNICEF hace un llamamiento a los gobiernos para colmar la brecha de financiación y afrontar las consecuencias de estos cambios irreversibles en la infancia.

EN LA COP27, UNICEF INSTA A TODAS LAS PARTES A EMPRENDER LAS SIGUIENTES ACCIONES:

  1. PREVENIR. Revisar sus planes nacionales sobre cambio climático para reducir las emisiones de forma drástica y urgente y evitar así una catástrofe climática.
  2. PROTEGER. Garantizar una acción clara en materia de adaptación que proteja a todos los niños y las niñas de los efectos acelerados del cambio climático en el marco del Balance Mundial y el Objetivo Mundial relativo a la Adaptación.
  3. PREPARAR. Promover la educación sobre cambio climático y una participación efectiva para preparar a la infancia y a los jóvenes a través de planes de Acción para el Empoderamiento Climático (AEC).
  4. PRIORIZAR a la infancia y a los jóvenes acelerando las inversiones de financiación climática en servicios sociales resistentes al clima que lleguen a las niñas y los niños más expuestos a los riesgos, y desbloquear el estancamiento en materia de pérdidas y daños.
  5. Comprometerse con una acción climática que tenga en cuenta a la infancia, poniendo en práctica y alineándose con la Declaración sobre los Niños, Niñas, Jóvenes y la Acción Climática.

La respuesta humanitaria inmediata de UNICEF en los países afectados por las inundaciones tiene un amplio alcance y abarca todos los sectores: salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, protección de la infancia y educación. La falta de financiación ha dificultado sin embargo la respuesta en muchos países. Por ejemplo, el déficit de financiación para la respuesta humanitaria en Pakistán se sitúa actualmente en el 85%.

UNICEF trabaja para reforzar la resiliencia de las comunidades y las infraestructuras sanitarias para que puedan resistir a los peligros relacionados con los desastres naturales y para vincular cada vez más su labor de respuesta humanitaria con la adaptación climática a largo plazo.

Por Luis Felipe Baca Arbulu