Por Alessandro Bazzoni

Un Fondo Administrado de Salud (FAS), es una opción con la que pueden contar medianas y grandes empresas o instituciones para garantizar atención médica a sus trabajadores, colaboradores y hasta sus familiares.

Este tipo de contratos permite al beneficiario reducir costos en seguros, ya que no se trata de una póliza tradicional a riesgo con primas como las acostumbradas a ver en las pólizas colectivas de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM). También permite controlar cómo se va a desenvolver la siniestralidad durante el año contratado, porque desde el principio se acuerda un efectivo control de costos para reducir la siniestralidad y desvío del fondo.

Compañías como Seguros Venezuela ofrecen este tipo de producto previo análisis del cliente, sumas aseguradas, coberturas requeridas e índole del riesgo pues no toda empresa debe ser perfilada como idónea para la contratación de un Fondo Administrado de Salud. Lo ideal es que la empresa o institución cuente con más de 50 empleados hasta más de 2 mil personas en sus nóminas. En este tipo de contrato de aseguramiento, la aseguradora pone a disposición del contratante toda su red de clínicas, su plataforma tecnológica, personal y servicios médicos, así como también gestiona los siniestros durante el tiempo del contrato, igual que lo hacen con una póliza a riesgo.

El Gerente Comercial Corporativo de Seguros Venezuela, Jaime Alurralde, destacó que “esta es una alternativa importante ya que ayuda a reducir costos a las empresas, porque no hablamos de primas”.

Por Alessandro Bazzoni

¿Cómo funciona?

“En un Fondo Administrado de Salud (FAS), el contratante aporta una suma de dinero específica, que se calcula con base en la siniestralidad del año anterior, número de empleados, edad, y otros datos que son analizados matemática y estadísticamente por el departamento actuarial. Durante la vigencia del contrato la aseguradora paga y gestiona los siniestros en nombre de la empresa contratante, que recibe el mismo trato que en una póliza a riesgo” afirmó el experto, quien destacó que el análisis de riesgo es el mismo para ambos casos.

El asegurado puede decidir que no es necesario que aporte por anticipado todo el monto o cobertura de la siniestralidad calculada para el año, lo que sí es obligatorio en una póliza a riesgo -que es lo que conocemos como prima de seguros- sino que puede aportar una porción de esa cifra, puede dar lo necesario para un mes o para tres meses, según se acuerde, y la aseguradora va pagando los siniestros en nombre del asegurado. Conforme el saldo del FAS se vaya agotando, y alcance el porcentaje o nivel de reposición acordado previamente entre las partes, la aseguradora avisa al contratante para que envíe la siguiente porción y mantener el fondo con saldo suficiente para hacer frente a los siniestros en curso y por ocurrir.

Otra ventaja es que, si al culminar el año contratado la siniestralidad fue menor a la esperada, el saldo del fondo no utilizado es reembolsable completamente al contratante, y lo puede retirar o bien utilizar para iniciar el nuevo contrato, lo cual no sucede en la póliza a riesgo.

De la mano con el asegurado

En este tipo de contrato, señaló Alurralde, “la aseguradora acompaña y asesora al beneficiario en análisis del riesgo, a controlar la siniestralidad y ofrece estadísticas mensualmente de la administración y uso del FAS”.

Informó que “en este tipo de producto, en el caso de Seguros Venezuela, se le suministra al contratante, en los cinco primeros días de cada mes, la información de lo que ha ocurrido en el mes inmediatamente anterior con respecto al FAS. El asegurado recibe estadísticas de los siniestros por patología, por edad, los gastos en clínicas y ambulancias, por ejemplo, y todos los detalles del análisis financiero, de lo que se ha hecho con su dinero, porque esto está totalmente a su vista y se maneja con total transparencia”.

Enfatizó el Gerente Comercial Corporativo que en lo que respecta al control de la siniestralidad, la empresa contratante debe trabajar de la mano con la aseguradora y el intermediario de seguros –en caso de haberlo- para estar dispuesta a actuar según su asesoría para que el FAS no sea usado desmedidamente, lo que terminaría perjudicando al cliente y a los beneficiarios.

Agregó que el análisis de los siniestros se hace con el mismo escrutinio y la diligencia que se aplica en el caso de las pólizas colectivas de salud o pólizas a riesgo, para así administrar de forma eficiente el dinero y el FAS del asegurado. Todos estos servicios están incluidos en los honorarios de la aseguradora que son establecidos en el contrato del producto y que Alurralde explicó que son considerablemente inferiores a los gastos de pólizas y primas.

Para obtener más información sobre los servicios y pólizas de Seguros Venezuela se puede visitar su página web www.segurosvenezuela.com, la cuenta en Instagram @seguros_vzla, en Facebook Seguros Venezuela, C.A. o Twitter @seguros_vzla.

Por Alessandro Bazzoni