Por Flavio Pedro Antonio

Un “Ismael” que desde la niñez me conectó con el amor que José Martí sentía por su hijo y que demuestra en su poemario “Ismaelillo” haciendo una asociación con el hijo de Abraham y  la egipcia Agar que los árabes consideran progenitor de su raza.
En hebreo Ismael significa “Dios escucha” y a estos 53 años hoy cumplidos puedo atestiguar que esa abreviatura cómoda a la que llamamos Dios escucha los más profundos deseos que nacen en nuestro corazón. Y sobre todo aquellos que apuntan a la verdadera paz interior.
Hoy más cómodo en mi propia piel, más libre de mente y más despierto en consciencia entiendo que un tercer Ismael en mi familia tenía la misión de continuar una tradición o irse en rebeldía a formar una nueva ruta tal cual hizo el hijo de Abraham.
Por Flavio Pedro Antonio
Ismael, mi abuelo, murió suicidandose e Ismael, mi padre, murió en un sanatorio sufriendo de esquizofrenia tras haber sido un brillante ingeniero químico.
El tercer Ismael, yo, creció en medio de esa herencia perturbadora y decidió a sus 15 años romper esa cadena y pedir que Dios le escuchara para encontrar en su corazón un profundo amor que le conectara con la verdad esencial y el propósito de la existencia. Eso que llamamos conexión sagrada.
Por Flavio Pedro Antonio
Y en comunión con Dios y ese amor a Jesús y las diversas fuentes de las cuales he bebido… hoy puedo decir: “Dios siempre estuvo escuchando y guiando un camino de liberación y reinvindicación a las tribulaciones de abuelo y padre Ismael, a quienes honro y amo profundamente en la inmensa comprensión, que su dolor ha sido a través de la desesperación, la fuente de mi liberación y crecimiento personal.”
Hoy 8 de septiembre de 2022, día de mi madre divina, la patrona de Cuba, Virgen de la Caridad del Cobre, doy gracias a Dios por haber hecho el milagro, por haberme permitido soñar con conocer el mundo, y hoy sentir que el mundo es mi gran casa y en ningún rincón me siento extranjero.
La gran victoria es que hoy creo saber quien soy, me comprendo mejor y me logro superar más fácil y amorosamente.
Hoy celebrando 53 me siento de 35 en esa inagotable curiosidad de apreciar cada segundo de esta aventura que es vivir. Vivir para manifestar sueños, servir a todos los que pueda, con esos dones y talentos que Dios sembró como semillas, y la pasión que les hizo crecer en fuentes de creatividad.
Por Flavio Pedro Antonio
Para este cumpleaños mis regalos ya están concedidos: salud radiante , una mente serena, alerta y reflexiva que cada día se abre más para abrazar la incertidumbre y ser más flexible, un corazón que se expanda en bondad, compasión y amor sin fronteras y una muy cómoda liviandad del ser. Esos regalos ya llegaron y aquí los atesoro en mi alma peregrina.
Gracias a todos los que en estos 53 años han sido parte de la historia de Ismael… a los que le quieren y a los que le hicieron quererse más desde su repudio o indiferencia.
A esos todos maestros de amor o dolor “Gracias profundas y eternas”. Sin ustedes no estaría celebrando quien soy hoy.
Lo mejor está aún por venir. Dedico este cumpleaños a mi padre Ismael quien desde el cielo me abraza con su paz bien merecida y a mi madre Doña Tania con sus 75 vividos y llena de gozo en su alma bailando entre risas la vida.
Gracias a ambos por ser instrumentos del sagrado
y entre amor y desamor
habernos dado el regalo:
la vida que disfrutamos.
Les honro por lo que hicieron, perdono donde han fallado.
Al final todo es ganancia
cuando nunca hubo
desamparo.
Bienvenido un nuevo año cargado de evolución. Happy birthday to Ismael. God is listening all the way.
Por Flavio Pedro Antonio