La mayoría de los casos de pacientes que acuden al especialista por migraña están relacionados con factores como el estrés, el consumo de cigarrillo, anticonceptivos orales, por la ingesta de algunos alimentos e incluso por la obesidad.
Así lo informó la doctora Carolina Izquierdo, médico internista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), quien sostiene que “la migraña se ha convertido en uno de los síntomas que motiva el mayor caso de consultas; de allí, la necesidad de prestar mucha atención porque la cefalea puede ser de origen migrañoso, pero también por otros motivos y lamentablemente no se trata de un simple dolor de cabeza sino de una enfermedad crónica que requiere atención”.
Explica especialista que la migraña suele aparecer en la pubertad y afecta con mayor frecuencia más a mujeres que a hombres, especialmente entre los 35 y 45 años de edad.
Esta patología puede generar dolores fuertes, agudos y hasta con palpitaciones de intensidad variable en una zona en particular; provocar náuseas y sensibilidad a la luz y al sonido. En algunos pacientes incluso puede generar irritabilidad, congestión nasal, enrojecimiento del cuello e incluso visión borrosa.
Estudios imagenológicos aliados en el diagnóstico
La especialista señala es necesario estudiar en profundidad a un paciente con migraña, lo que supone, hacerle sus exámenes de laboratorio y un estudio imagenológico para identificar si se trata de una migraña, o si existe alguna otra alteración que esté provocando el dolor.
“Cuando el paciente acude a consulta, ya ha sufrido dos días y hasta tres días de la evolución de dolor, y la migraña puede haber causado náuseas y vómitos, pero no cede con analgésicos leves, y allí es donde entra el internista. Realizamos el interrogatorio al paciente para conocer sus antecedentes médicos, personales y familiares, sus hábitos para luego pasar a los estudios clínicos, tanto examen de laboratorio como de imagenología.”
Advierte la doctora Izquierdo que, en esta etapa son imprescindibles los estudios de imagen (Tac de Cráneo y Angioresonancia Cerebral) así como también el Electroencefalograma que indica actividad cerebral y posibles focos irritativos que permiten descartar algún tipo de aneurismas cerebrales, malformaciones arteriovenosas, tumores y cualquier otra patología asociada.
“Es pertinente hacer la tomografía de cráneo y sustentarlo con una angioresonancia cerebral, si es posible considerando siempre las posibles alergias de los pacientes. En el GMSP contamos con la Unidad de Imageneología con tecnología de última generación para hacer todos estos estudios a nuestros pacientes de forma rápida”.
Tratamiento de la migraña
Detectar el origen de la migraña es el objetivo inicial del especialista según explica la doctora Izquierdo, sin embargo “es necesario aliviar el dolor del paciente y para ello iniciamos con tratamientos generales con antiinflamatorios no esteroideos, tipo Ibuprofeno, Diclofenac o Ketoprofeno, siempre cuando el paciente no sea alérgico. En ocasiones utilizamos tratamientos anti vertiginosos para evitar esas descargas eléctricas que se presentan en partes de nuestro cerebro y que no sigan progresando a crisis mayores.”
Tras el tratamiento para para aliviarle la molestia al paciente deben realizarse los estudios de laboratorio, como por ejemplo Perfil 20 perfil, tiroideo, perfil hormonal femenino y si es hombre perfil hormonal masculino, si hay antecedentes en la familia de migraña entonces la experta sugiere incluir una tomografía de cráneo para descartar algún alguna lesión que pudiera ser tumoral o no tumoral.
“Se practican estudios relacionados con las arterias que pueden ser la causa de la migraña e inclusive, si el dolor es muy intenso, se piden estudios más complejos como la Geo-resonancia cerebral. Recurrimos también a otros estudios como el electroencefalograma porque hay migrañas que surgen por crisis epilépticas. En el GMSP tenemos todos los equipos adecuados para el diagnóstico preciso y certero de lo que es una migraña”, puntualizó la doctora Izquierdo.
Es importante destacar que en el GMSP se siguen todos los protocolos de bioseguridad previstos en la normativa sanitaria para Covid-19, a fin de garantizar la tranquilidad al paciente que acude a las instalaciones, para cualquier consulta o uso de los servicios.