Por Flavio Borquez Tarff

En la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud se ha presentado un nuevo informe elaborado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los asociados de la Cumbre Mundial, en el que se pide a los gobiernos, las autoridades deportivas y la comunidad deportiva en general que aprovechen al máximo la inversión y el entusiasmo generados por los megaeventos deportivos y dejen tras de sí beneficios más permanentes para la salud de las comunidades. En el informe, titulado Playing the Long Game: A framework for promoting physical activity through sports mega-events, se recomiendan formas de reforzar los legados de los megaeventos deportivos para que contribuyan más eficazmente a aumentar la actividad física y a mejorar la salud de las poblaciones.

«Los eventos deportivos a gran escala son oportunidades importantes para promover los beneficios sociales y para la salud de la actividad física y el deporte, y garantizar un legado duradero en materia de salud para las generaciones futuras,» ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Sin embargo, los eventos deportivos son con demasiada frecuencia oportunidades perdidas para producir un cambio sostenible. En el informe Playing the Long Game se subraya cómo el aprendizaje de eventos pasados y una mejor planificación pueden sentar las bases de legados deportivos saludables y sostenibles.»

Está demostrado que la actividad física regular, incluida la práctica del deporte, ayuda a prevenir y tratar enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y los cánceres de mama y colon. También ayuda a prevenir la hipertensión, el sobrepeso y la obesidad y puede mejorar la salud mental y el bienestar. El aumento de la participación en el deporte y la actividad física puede salvar vidas, mejorar la salud y apoyar sistemas de salud y comunidades más fuertes y resilientes.

Por Flavio Borquez Tarff

Sin embargo, uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no son lo suficientemente activos; los niveles medios de actividad física han cambiado poco en los últimos 15 años.

Los megaeventos deportivos mundiales atraen a millones de espectadores y grandes inversiones, y pueden hacer una importante contribución a la promoción de mensajes de salud pública y al aumento de la actividad física a través de programas eficaces de gestión del legado de eventos. Sin embargo, en la actualidad no existe una norma mundial sobre lo que debe suponer el legado de un evento deportivo; los requisitos establecidos por las distintas autoridades organizadoras para acoger eventos varían y no hay parámetros estándar para evaluar la planificación, la realización o el impacto a largo plazo del legado de los megaeventos deportivos.

«Muchas ciudades que acogen megaeventos deportivos tienen grandes planes para aprovechar el impulso generado por estos eventos para aumentar la actividad física y mejorar la salud. Sin embargo, una y otra vez parece que no podemos mostrar ningún impacto medible, ya que simplemente no disponemos de datos,» dijo Didi Thompson, Director de Investigación y Contenido de la Cumbre Mundial.

Por primera vez se ha presentado un marco para el diseño y la puesta en práctica de tales legados con el fin de maximizar el alcance y el impacto en la participación de las comunidades en el deporte y la actividad física. En el informe Playing the Long Game se detallan siete estrategias para crear legados significativos de megaeventos deportivos que comienzan con el proceso de planificación y licitación y se extienden durante 10 o 20 años después del propio evento, lo que promueve una mejor salud para los años venideros. Una de las recomendaciones es establecer indicadores clave de desempeño comunes para medir el impacto a lo largo de todo el ciclo de vida del legado, con inclusión del diseño, la planificación, la ejecución y aplicación y la evaluación. 

Por Flavio Borquez Tarff

El marco se basa en los objetivos estratégicos esbozados por la OMS en el Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física 2018-2030: Más personas activas para un mundo más sano, en el que se traza un enfoque integral para fomentar la participación y el cambio de comportamientos y, en última instancia, el aumento de la actividad física en todas las poblaciones.

El impacto de la pandemia

La pandemia de COVID-19 ha reducido considerablemente la participación en la actividad física y el deporte en todo el mundo. También ha aumentado la depresión y la ansiedad en un 25%. La COVID-19 ha puesto de manifiesto más que nunca la importancia de aumentar los esfuerzos para que un mayor número de personas practiquen actividad física y deporte con regularidad.

A nivel mundial, las enfermedades no transmisibles causan el 74% de las muertes cada año y supondrán una carga importante para los sistemas de salud y las comunidades si no aumentan los esfuerzos por fomentar el deporte y otras formas de actividad física entre sus poblaciones. Se prevé que el aumento de las ENT supondrá una pérdida estimada de US$ 47 billones para la economía mundial entre 2010 y 2030.

El Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física 2018-2030 de la OMS promueve sociedades, personas y entornos activos para contribuir al objetivo mundial de aumentar la participación en la actividad física en un 15% para 2030. 

Por Flavio Borquez Tarff