Por Francisco D’Agostino

En el marco del Congreso de ESMO Asia que se celebra en Singapur del 2 al 4 de diciembre, expertos han resaltado que la diversidad étnica y las disparidades en el acceso a las pruebas genéticas afectan el desarrollo y el tratamiento del cáncer de próstata; y han destacado la necesidad de más datos genómicos y pruebas genéticas accesibles. Concretamente, las características moleculares de este tumor siguen sin explorarse para la mayoría de los pacientes en el mundo, aunque se sabe que, por ejemplo, la predisposición a la enfermedad varía según las diferentes etnias y los hombres de ascendencia africana y caribeña tienen un mayor riesgo.

Como dice el Dr. Rodrigo Dienstmann, del Instituto de Oncología Vall d’Hebron, la biología del tumor de próstata varía según la ascendencia continental. “Apenas estamos comenzando a comprender la contribución de la ascendencia genética a los impulsores moleculares del cáncer de próstata. Los hombres europeos tienen una enfermedad más agresiva que los hombres chinos, por ejemplo (algunas mutaciones vinculadas a malos resultados están enriquecidas en los europeos, como en el supresor de tumores PTEN). También sabemos que los hombres afroamericanos tienen una enfermedad aún más agresiva que los hombres europeos (en parte debido a mutaciones en el supresor de tumores SPOP)”, ha explicado.

Por Francisco D’Agostino

Asimismo, el especialista ha recordado que, hasta ahora, los estudios genómicos han estado sesgados hacia los países de altos ingresos. “Necesitamos más diversidad étnica en estos estudios. Y grandes iniciativas para fomentar las pruebas genómicas en países de ingresos medios bajos”, ha apuntado. No obstante, como ha precisado, son muchos los desafíos como la mala calidad del material almacenado (biopsia de próstata) y la necesidad de enviar muestras al extranjero (porque las pruebas se realizan en laboratorios comerciales centrales), lo que aumenta los costos y el tiempo de respuesta.

“Los datos rara vez se hacen públicos para la investigación científica. También la confianza en la genómica es menor y los expertos en genética son menos. Más importante aún es el acceso a medicamentos dirigidos vinculados a biomarcadores genómicos no es una realidad en los países de ingresos medios bajos. Incluso en Europa, sabemos que la secuenciación de próxima generación no es accesible de forma rutinaria en la mayoría de los países. Necesitamos desarrollar infraestructuras locales para pruebas más amplias y definir vías para el acceso a los medicamentos”, ha destacado el Dr. Dienstmann.

Por Francisco D’Agostino