Por Flavio Borquez Tarff
El análisis de los componentes de la sangre ha sido uno de los pilares clave en los procedimientos diagnósticos realizados por el laboratorio. Sin embargo, otros fluidos biológicos también se han usado con frecuencia en el diagnóstico de laboratorio, como la orina y también la saliva. En particular, la saliva es un fluido que ofrece una serie de ventajas frente a otros en la medición del cortisol (una hormona producida por las glándulas suprarrenales que ayuda al cuerpo frente al estrés), al ser un método no invasivo de diagnóstico de alteraciones de la secreción y del ritmo circadiano del cortisol. Este es uno de los temas clave que han abordado los expertos participantes en el curso “Nuevos aspectos a tener en cuenta en la medición del cortisol en saliva”, organizado por la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML) en el marco de su proyecto de formación virtual ACADEMIA SEQCML.
Durante la jornada, la responsable del servicio de Endocrinología del Hospital Clínico de Barcelona, Dra. Felicia Hanzu, ha explicado, en su ponencia “¿Qué aporta el cortisol en saliva en práctica clínica?”, la importancia de disponer actualmente de una prueba no invasiva que el paciente pueda repetir de forma fácil en su domicilio, “siendo además una prueba económica y reproducible, que resulta clave para establecer el diagnóstico en enfermedades endocrinas relacionadas con la hipersecreción o hiposecreción de cortisol”.
Aparte, la Dra. Hanzu ha puesto de manifiesto las virtudes de la medición en saliva del cortisol frente al uso de otros fluidos biológicos. Así, según ha argüido, esta herramienta no causa ningún tipo de estrés para el paciente debido al tipo de recogida, “sea por la punción venosa cuando se tiene que hacer una prueba analítica o por el hecho de que tiene que ir recogiendo durante 24 horas la orina”.
La recogida de la muestra de saliva para la determinación del cortisol habitualmente la realiza el propio paciente en su casa. De esta manera, tal y como ha explicado el miembro de la Comisión de Hormonas de la SEQCML, Dr. Gregori Casals, “es muy importante transmitirle la información adecuada de la forma y condiciones de recogida, incluyendo el horario, y de conservación de la muestra. Habitualmente la saliva se recoge con la ayuda de un dispositivo que incluye una torunda de algodón que se “empapa” de saliva”. De acuerdo con el Dr. Casals, en el laboratorio este dispositivo se centrifuga para obtener la muestra de saliva a analizar. “La determinación puede realizarse en los laboratorios de forma automatizada mediante inmunoanálisis quimioluminiscentes, habitualmente los mismos que se utilizan para las muestras de suero, entre otros métodos”, ha detallado el Dr. Casals.
En su ponencia, “Consideraciones analíticas para la implantación del cortisol salivario”, el Dr. Casals ha destacado la importancia de comprobar que el método presenta límites de cuantificación adecuados para las aplicaciones clínicas, debido a las bajas concentraciones de cortisol en saliva, especialmente en las muestras recogidas por la noche. Por otro lado, el Dr. Casals también ha incidido en la importancia de “comprobar que el método está preparado o presenta un buen comportamiento en la matriz saliva, que es poco habitual en las determinaciones hormonales de rutina. También debería tenerse en consideración el efecto que puede tener la contaminación de la saliva con sangre y descartar aquellos resultados con sangre visible macroscópicamente”.
Actualmente, la medición del cortisol en saliva es una prueba incorporada en diversas guías clínicas. En palabras del Dr. Casals, la previsión es que se consolide como una “determinación habitual en los laboratorios de hormonas para la exploración del eje adrenal de forma complementaria a las ya existentes”. Según el experto, la comodidad de la recogida puede facilitar una monitorización más frecuente, especialmente tras la introducción o cambios de tratamiento. “Además del campo de la endocrinología, es un tema de interés su posible utilidad en la monitorización del grado de estrés en los niños y en adultos”, ha añadido.
Por Flavio Borquez Tarff