Uno de los sectores que más se está adaptando a los materiales con bajo impacto medioambiental, es la construcción. Las posibilidades que están proponiéndose en el mercado hacen de productos ecoeficientes los elegidos por grandes constructoras para también colaborar con la huella de carbono y conseguir mejorar la imagen que proyectan.
Sin embargo, hay una serie de materiales que, más allá de ser eficientes, son también una alternativa perfecta. Es el caso del corcho proyectado, que se utiliza en una gran variedad de aplicaciones gracias a una serie de factores que lo hacen perfecto como envolvente de edificios tal como explican desde Vipeq.
Pero qué es el corcho proyectado y cuáles son sus ventajas
El corcho proyectado es un material de construcción que se obtiene a partir del corcho natural que proviene de la corteza del alcornoque. Para su fabricación, es necesario poner en marcha un proceso que implica la trituración y procesamiento de la corteza en partículas finas, que luego se combinan con un adhesivo y se proyectan sobre superficies para su aplicación.
Al igual que hace de forma natural en los árboles, una de sus funciones y ventajas de la construcción tiene que ver con su capacidad aislante e impermeable.
A nivel aislante, es un excelente en el campo térmico. Su estructura celular cerrada y su baja conductividad permiten que los interiores mantengan una temperatura constante, evitando en épocas de frío y calor un gasto energético alto.
A eso se suma su capacidad de reducir la transmisión de ruidos, perfecto cuando se aplica sobre paredes y techos para conseguir un ambiente más silencioso.
En cuanto a su impermeabilidad, hay que decir que su resistencia al agua y humedad lo convierte en el material perfecto para exteriores cuando se aprovecha como aislamiento de fachadas.
Pero no acaba ahí su ventaja, es un material ignífugo, por lo que retrasaría la propagación de un incendio.
Finalmente, no se puede hablar de él sin hablar de su ligereza, lo que facilita su manipulación y consigue un ahorro de costes.