En la actualidad, las zonas marinas protegidas de todo el mundo ayudan a salvaguardar especies vitales. Pero a medida que aumenta la temperatura de los océanos, las especies se ven obligadas cada vez más a abandonar sus hogares naturales en busca de aguas más frías. A largo plazo, es posible que las zonas protegidas dejen de coincidir con los lugares donde viven las especies. Esto exige una evaluación periódica de la situación.

La Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia ha decidido acelerar la cartografía de las especies marinas en algunos de los lugares oceánicos más excepcionales del mundo. En combinación con las previsiones de aumento de la temperatura, la iniciativa nos ayudará a visualizar y detectar los cambios. Para lograrlo, la Organización está utilizando la técnica más avanzada: el ADN ambiental (ADNe).

Al igual que las pruebas forenses de ADN pueden extraer datos de un simple cabello, el muestreo de ADNe identifica las especies que viven en una zona analizando tan sólo un par de litros de agua. Es una herramienta rentable de detección precoz de cambios, y no es invasiva para la fauna local.

El método de la UNESCO combina ciencia y educación, mediante la colaboración con las escuelas locales. Se está formando a cientos de estudiantes para que participen en las expediciones de ADN medioambiental recogiendo ellos mismos datos oceánicos. Esta participación activa de los ciudadanos es clave para concienciar sobre la pérdida de biodiversidad y fomentar el amor por la ciencia en los líderes del mañana.

Una fase piloto con 25 sitios del Patrimonio Mundial

Una vez recogidas, las muestras son analizadas en el laboratorio por científicos, basándose en una metodología común establecida por la UNESCO bajo la supervisión de un consejo asesor de expertos de alto nivel. Como parte del compromiso de la UNESCO con la Ciencia Abierta, todos los resultados obtenidos de este programa se pondrán a disposición del público a través del Sistema de Información sobre Biodiversidad Oceánica (OBIS).

La UNESCO ha seleccionado 25 sitios marinos del Patrimonio Mundial ubicados en todo el mundo para una fase piloto inicial. El muestreo comenzó en septiembre de 2022. Ya se ha llevado a cabo en sitios situados en Australia, Brasil, Costa Rica, Dinamarca, Alemania y los Países Bajos. En los próximos meses están previstos otros muestreos en sitios de Bangladesh, Belice, Francia, Mauritania, México, Panamá, Estados Unidos, Sudán, Yemen, etc.