La pandemia no sólo ha traído consecuencias económicas y psicológicas como la depresión y la ansiedad en las personas; sino que además, en el caso de los adultos, ha acentuado el sedentarismo y, con ello, el incremento de casos de pacientes con artrosis en caderas y rodillas.
La afirmación corresponde al traumatólogo Luis Paris, especialista de la Unidad de Traumapedia del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), quien abordó el tema del desgaste articular en tiempos de pandemia, en uno de los acostumbrados contactos digitales que pone a disposición la clínica para informar a la ciudadanía de tópicos saludables de interés.
Durante su intervención explicó que los casos de artrosis o envejecimiento de las articulaciones son muy recurrentes en las consultas. “Verificamos a nivel radiológico la progresión de la artrosis, la deformidad de los huesos, y este tipo de lesiones puede ir de grado a 1 a 4.”
Las lesiones pueden darse por sedentarismo, sobrepeso u obesidad y pueden ir acompañados de otros problemas como la hipertensión, dificultad para pararse, para subir o bajar escalones, cojean, tienen mala alineación corporal e incluso puede darse disminución de la fuerza muscular.
“Sabemos que la pandemia ha limitado la posibilidad de ir a los parques, de socializar, de ir a caminar al Ávila. Muchos pacientes dicen que no pueden hacer ejercicios porque les duele la rodilla y, si logramos sacarlo de ese círculo vicioso en el cual el dolor evita el ejercicio, podemos mejorar parcialmente la sintomatología del paciente”.
Tratamientos para la artrosis en rodilla
El experto en traumatología señaló que el paciente con artrosis suele presentar atrofia muscular, principalmente por el sedentarismo, la falta de actividad física y el sobrepeso u obesidad. Lo acompañan problemas emocionales y mentales como depresión, ansiedad, e incluso alteraciones del sueño.
Tras una evaluación del paciente, apoyado en estudios como Rayos X, tomografías, resonancias y ultrasonidos que se realizan en la unidad de imagenología del GMSP las 24 horas del día, se logra identificar el alcance de la atrofia.
“Cuando se da una atrofia en la rodilla, el principal músculo que se ve afectado es el cuádriceps, principal amortiguador de la fuerza de impacto en las rodillas. Si el deterioro es del 15 al 18% está en la primera fase, si es del 24% es la segunda etapa y al afectar más del 38% es la tercera etapa el deterioro de la rodilla. Es entonces cuando se determina si se debe aplicar un tratamiento conservador, fisioterapéutico y quirúrgico”
En el caso del tratamiento conservador, explicó Paris que se puede aplicar plasma rico en plaquetas, ácido hialurónico, glucosamina, analgésicos no esteroideos y ejercicios.
“Siempre recomendamos el ejercicio progresivo. Iniciar con 10 minutos e ir incrementando paulatinamente. Pero hay casos en los que es necesario el tratamiento quirúrgico. En el GMSP contamos con equipos de última generación que nos han permitido tomar células madre extraídas de estructuras óseas de la cadera, que ayudan en el proceso de replicación celular. Es un tratamiento muy efectivo que ya tiene 3 o 4 años aplicándose en el mundo y lo hacemos aquí.”
En otros casos, puntualizó, toca la artroplastia, que consiste en una intervención quirúrgica en la que se busca devolverle su motilidad y función a la articulación y para ello pueden requerir colocar una prótesis unicompartimental, o de reemplazo total, que asegura la recuperación al paciente.