El distanciamiento social y la higiene personal son dos mecanismos de prevención en los que han insistido las autoridades de salud en el ámbito mundial para controlar la pandemia de coronavirus y que, aplicadas correctamente, evitan la propagación de la infección en ambientes cerrados como los gimnasios y sitios de actividades físicas.

La Universidad de Oslo, en Noruega, concluyó en un estudio científico que no existe la “amenaza” de una mayor propagación de Covid-19 en estos centros de bienestar, cuando se cumplen las medidas preventivas de seguridad, es decir, mantener uno o dos metros de distancia entre personas y el lavado correcto de las manos, incluso si hay un entrenamiento físico intenso.

Los científicos de esta institución analizaron a 3.764 personas, con edades comprendidas entre 18 y 64 años, que no tenían comorbilidades relevantes de Covid-19. La mitad del grupo, es decir, 1,896 personas, visitaron varios gimnasios, mientras que el otro grupo no. Aplicando los protocolos de distanciamiento social, la higiene y el cierre de duchas y saunas, sólo una persona del grupo de los gimnasios resultó positiva en las pruebas de PCR, sin embargo, el rastreo epidemiológico determinó que había contraído el virus en su lugar de trabajo.

Protocolos de bioseguridad deben cumplirse

Basado en las conclusiones de éste y otros estudios, Yordi Arteaga, preparador físico y delegado de la publicación Mercado Fitness en Venezuela, afirma que el riesgo de contagio en los gimnasios es ínfimo si hay estrictos controles de higiene e, incluso, señala que las posibilidades de infección son ampliamente menores que cuando una persona visita un bar o va a la oficina, por ejemplo.

“Insisto en lo estricto de cumplir con las normas de seguridad como el distanciamiento social, el uso del tapabocas y las medidas de higiene. Hay que apelar a la racionalidad, porque primero hay que cuidar la vida y la salud. Al volver al gimnasio, las personas deben entender además que ya no es un lugar para socializar como antes y mucho menos el sitio donde antes se iba a ‘sudar la gripe’. Eso ahora va a cambiar”, señala Arteaga.

El también asesor de Gold’s Gym en Venezuelaexplica que además de implementar los protocolos de prevención y bioseguridad, los centros de acondicionamiento físico deben hacer cambios en sus espacios para adecuarse a la nueva realidad que impone la pandemia como: hacer señalización de las áreas permitidas, separación de las máquinas o instalación de cubículos individuales con una máquina cada uno, limitar el tiempo de los entrenamientos, mantener las clases grupales pero con un número reducido de personas, prohibir el uso de saunas o similares y controlar el acceso a los baños.

El experto agrega que algunos gimnasios han  organizado “estaciones de entrenamiento” o zonas de circuitos, con un entrenador por área, para cumplir con el distanciamiento social o han trasladado sus actividades al aire libre si tienen cómo hacerlo.

“En los gimnasios las máquinas están fijas, nadie debe moverse del lugar donde está ejercitando, además están las señales, si la gente  usa su tapaboca y cumple con las normas, es un sitio seguro”, afirma. 

Arteaga señala que hay centros de entrenamiento donde realizan encuestas periódicamente a fin de detectar cualquier caso sospechoso de Covid-19, como una “especie” de triaje.

Uso de la tecnología es una oportunidad para crecer

Arteaga sostiene que la pandemia es una oportunidad para que los gimnasios “echen mano” a las herramientas tecnológicas  y así brindar incluso una atención más personalizada a sus miembros.

“Ya hay centros de acondicionamiento físico que transmiten online sus clases grupales, que envían material informativo y educativo a sus miembros vía email, que comparten planes de entrenamiento físico o de alimentación y esto mejora la interacción y la experiencia con el cliente.  Incluso, si ya están abiertos, invitan a las personas a continuar sus entrenamientos en casa, porque algunos tienen un horario limitado.  Esto es el modelo de los gimnasios híbridos y se han aplicado en Brasil, Australia, en Asia”, comenta.

El experto advierte que aunque el uso de las redes sociales puede representar un desafío por el uso de equipos móviles,  de saber cómo transmitir o dar instrucciones a un público virtual, puede ser una oportunidad para ampliar la comunidad de usuarios.

Gold’s Gym mantiene actualmente cerradas sus sedes de Caracas y Margarita cumpliendo la normativa dispuesta a nivel nacional, no obstante sus miembros pueden estar en contacto y mantenerse informados  a través de la cuenta de Instagram @goldsgymve, donde se comparten clases de Insanity, baile, funcionales así como también rutinas de ejercicios de fuerza y cardiovasculares.