Por Luis Felipe Baca Arbulu

Dos años después del inicio de la pandemia, la salud de la infancia y adolescencia presenta nuevos retos. Los pediatras de Atención Primaria, los sanitarios más cercanos a los menores y a sus familias, deben hacer frente a desafíos como la recuperación total de las coberturas de vacunación, problemas en el desarrollo del habla, aumento de la obesidad o incremento de trastornos de la conducta alimentaria con una falta de profesionales generalizada. En concreto, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) denuncia que cerca de 600.000 niños, niñas y adolescentes carecen de pediatra asignado, ni de ningún otro médico. El dato se ha hecho público en la presentación de su 18º Congreso, en el que se dan cita más de 700 profesionales hasta este sábado, 26 de marzo, en Madrid.

 

Los datos sobre la falta de pediatras se han obtenido de una encuesta realizada a los vocales autonómicos y sociedades federadas de AEPap, que han aportado datos sobre sus respectivas Comunidades Autónomas. El resultado: hay al menos 595 plazas de asistencia infantil vacías, sin ningún profesional médico -pediatra o de otra especialidad- que quiera trabajar en ese destino. Sobre una población total de 7,18 millones de menores de 15 años en España, al aplicar los porcentajes de plazas vacantes facilitadas por las asociaciones autonómicas de la AEPap, la cifra de niños no atendidos por ningún médico es de 595.592. Por CC AA, la situación es peor en algunas como Madrid, con un 20% de plazas de pediatría vacantes; Navarra, con un 16%, y Andalucía y Cataluña, con un 10% de plazas vacantes cada una. Cataluña, Madrid y Andalucía son las tres autonomías más pobladas, con lo que el problema es mayor: hay más de 100.000 niños sin pediatra en cada una, más de 200.000 en el caso de Madrid. Otras CC AA, como Baleares y Castilla-La Mancha, tienen un alto porcentaje de plazas de Pediatría cubiertas por profesionales no especialistas.

 

También la asistencia por enfermería es incompleta. En algunas CC AA, como Andalucía, los menores no cuentan con enfermería con dedicación exclusiva a la infancia. En otras, como la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid y Navarra, hay enfermeros que tienen que realizar las actividades del Programa de Salud Infantil en soledad, cuando debería realizarse en equipo entre una enfermera pediátrica y un pediatra de AP. En Navarra, en algunos centros, ante la falta de médicos y pediatras, la enfermería atiende de forma autónoma consultas de demanda de los ciudadanos.

Por Luis Felipe Baca Arbulu

En las CC AA de Cataluña y Navarra enfermería realiza el cribado de las consultas urgentes y preferentes y en Cataluña se quiere potenciar la gestión enfermara de la demanda basada en protocolos consensuados. Desde la AEPap consideramos importante implicar a enfermaría en el cribado de los pacientes sin cita para contribuir a mejorar la asistencia integral de las familias.

 

Planes erróneos y deficitarios

 

“En los últimos dos años hemos hecho un gran esfuerzo, hemos colaborado con las autoridades sanitarias para seguir atendiendo a los pacientes, mantener coberturas de vacunación y también dar información rigurosa a las familias, con las que hemos sido puente, pero es necesario tomar medidas ya para evitar el colapso”. Así ha resumido la situación actual de la especialidad la Dra. Concepción Sánchez Pina, presidenta de AEPap. En la presentación ha señalado que, de acuerdo con los cálculos de la Asociación, que agrupa a más de 5.000 pediatras de AP de toda España, en la actualidad faltan alrededor de 1.300 pediatras en los centros de salud.

 

A su juicio, “lo más llamativo es que, en el nuevo plan nacional de necesidades de especialistas, llamado Informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035, expuesto recientemente por la ministra de Sanidad, se afirme que no faltan pediatras en nuestro país, que las necesidades estarán cubiertas por la bajada de natalidad”.  Este planteamiento, denuncia “parte de un punto de partida erróneo, pues en el informe se indica que la situación actual no tiene un déficit de pediatras, cuando diversos estudios estiman el déficit de pediatras en centros de salud entre un 25 y un 27%”.

 

En la Comunidad Valenciana, Baleares, y Asturias sí se han elaborado nuevos Planes estratégicos estos meses, pero no se ha llamado a los pediatras a participar en su elaboración ni tampoco figura la palabra Pediatría escrita en el proyecto. En Castilla y León no solo no cuentan con los pediatras para el plan estratégico, es que no les consta a los pediatras que lo estén realizando. En Asturias se ha permitido incluir alegaciones a los pediatras, pero fuera de plazo. En Baleares no se contó con los pediatras para la elaboración del plan y solo se contó con ellos una vez elaborado el mismo, a pesar de que no figura la palabra Pediatría en el documento.

Por Luis Felipe Baca Arbulu

“Cuando no hay suficientes pediatras en AP, las coberturas de vacunación no son óptimas y se pone en riesgo la salud física y mental de los niños. Y una pérdida de salud de la población infantojuvenil sería más devastadora que la pandemia”, ha asegurado.

 

Efectos directos e indirectos de la Covid-19 en la infancia

 

Precisamente la atención a la Covid-19 va a tener especial relevancia en este 18º Congreso de AEPap. En la rueda de prensa de presentación, la Dra. Pilar Lupiani, pediatra de Atención Primaria y encargada de presentar la actualización sobre Covid-19 pediátrico en la mesa “Flashes Pediátricos” del Congreso, ha señalado que “trataremos de actualizar los conocimientos sobre transmisión vírica y clínica en los niños, sobre las poco frecuentes, pero existentes, complicaciones, como el Síndrome Inflamatorio Multisistémico, y sobre la fiabilidad de las pruebas diagnósticas”. Asimismo, ha afirmado que habrá lugar para analizar “los efectos colaterales que ha provocado la pandemia en los niños, y también estudiaremos el comportamiento de la pandemia en el ámbito escolar”. Porque “si bien la morbi-mortalidad directa ha sido mucho menor en niños, hay que resaltar la importancia y la trascendencia de sus secuelas. Algunas las estamos percibiendo ya; otras, podrán no advertirse hasta pasado un tiempo, pero será preciso mantener la alerta desde las consultas de pediatría”.

Por Luis Felipe Baca Arbulu

Más docencia en AP para paliar la falta de profesionales

 

Precisamente para mantener esa labor de vigilancia sobre la salud infantil, la AEPap lleva dos décadas denunciando la falta de pediatras en Atención Primaria y, por tanto, “no es una sorpresa” para las administraciones, que “conocen la fecha de jubilación de todos los profesionales”, ha recordado su presidenta. Para hacer frente a esta situación, los pediatras de AP “invitamos a las CC AA y al Ministerio a buscar soluciones organizativas para paliar los próximos años ese déficit de pediatras, con recursos e imaginación”, ha afirmado la Dra. Sánchez Pina. En este sentido, AEPap aboga por aumentar la formación de los futuros pediatras en Primaria. “La docencia de la pediatría tiene dos partes, una hospitalaria y otra de AP. Los puestos de trabajo en pediatría son el 60% en AP y el 40% en hospital, mientras que la formación es un 94% en hospital y un 6,25% en atención primaria (3 de 48 meses). Hemos solicitado que de forma obligatoria un 12,5% (6 de 48 meses) de la formación se dé en Atención Primaria, y no se admite”, ha denunciado.

 

“Hay que reflexionar sobre el futuro de la pediatría, sobre dónde queremos que estén los pediatras, porque los niños irán allí. La capacidad de resolución de una Atención Primaria con pediatras es enorme: las derivaciones hospitalarias son menores, y la resolución de un problema en AP es más eficiente y barata que en urgencias o en un servicio hospitalario”, ha explicado la Dra. Sánchez Pina. Asegurar la presencia de pediatras en los centros de salud es relevante, sobre todo, si se tiene en cuenta que la frecuentación de las urgencias de AP en el Sistema Nacional de Salud es tan elevada en menores de 5 años como en mayores de 80, según datos del Ministerio de Sanidad. En palabras de la presidenta de AEPap, “la salud de la población empieza en la infancia y no es el momento de escatimar recursos”.

 

Trastornos alimentarios, violencia, adicciones y patologías crónicas

 

Además de las consecuencias de la Covid-19 y la situación actual para hacerles frente en los centros de salud, en el 18º Congreso de AEPap se tratarán algunos de los problemas vinculados a la salud que más afectan a la infancia y a la adolescencia en la actualidad. La Dra. Victoria Martínez Rubio, coordinadora del Congreso ha destacado que “después de unos meses tan difíciles y de tanta incertidumbre, consideramos que volver a reunirnos es la mejor forma de ir superando todo lo malo que, desde el punto de vista profesional y personal, nos ha traído esta pandemia”.

Por Luis Felipe Baca Arbulu

En estos encuentros, que tendrán lugar de forma presencial entre hoy y el sábado en el recinto ferial de Ifema, se van a tratar temas como la violencia de género que afecta a niños y niñas, tanto como hijos e hijas de las víctimas, como de forma directa, en el caso de adolescentes que la sufren por parte de sus parejas. Este asunto ocupará una mesa redonda. De acuerdo con la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del Ministerio de Igualdad, publicada en 2019, uno de cada diez menores vive en un entorno de violencia de género. “Como pediatras, garantes de los derechos de los menores, debemos estar atentos ante la sospecha de este tipo de maltrato en nuestra consulta”, ha explicado la Dra. Martínez Rubio.

 

Otros asuntos que se abordarán en el congreso son algunos de los cuadros que se han visto afectados por la pandemia, como el abuso de sustancias y los trastornos de la conducta alimentaria, con un taller en el que se darán pautas a los profesionales para la detección precoz. “Estos últimos trastornos representan la tercera causa de enfermedad crónica en menores, después del asma y la obesidad”, ha indicado la coordinadora.

Por Luis Felipe Baca Arbulu