Desde que la cadena de suministro se viera comprometida hace apenas año y unos meses tras la declaración de la guerra de Ucrania, aunque ya llegaba tocada desde la pandemia, la industria ha ido buscando nuevos proveedores y fabricantes que den respuesta a la demanda de componentes para no tener que parar sus producciones.

“Estamos en un momento clave para volver a apostar por proveedores de la Unión Europea o, directamente, españoles. Tratamos de dar respuesta a una creciente demanda para garantizar que el trabajo de la industria se ve recompensado y no frenado por la falta de piezas o componentes” explican desde Berkomat.

¿Cuáles son las industrias más demandantes?

La industria automotriz está en pleno auge y transición hacia la fabricación no solo de vehículos híbridos sino eléctricos. La demanda de componentes de este tipo está siendo clave para poder ofrecer al mercado vehículos con las tecnologías más avanzadas. La demanda de microchips, de componentes y placas está creciendo a un ritmo de vértigo.

En realidad, en ese sentido, se podría englobar también como industria electrónica y tecnológica ya que muchos de esos componentes son necesarios también para montar y electrodomésticos, ordenadores y demás dispositivos. Semiconductores, pantallas, baterías, circuitos impresos…todo está en demanda.

La industria aeroespacial y la energética tienen también una gran demanda de producto para incluir las turbinas, los nuevos sistemas de almacenamiento energético, transformadores o infraestructuras que permitan seguir su desarrollo.

“Los accesorios de la maquinaria industrial son claves para la cadena de suministro, la producción y para posicionar las empresas ibéricas como referentes en Europa para el comercio intracomunitario, pero también intercontinental. Desde Europa se están empezando a dar las condiciones para convertirse en un gran productor y distribuidor que no dependa de Asia” explican.

Para entender mejor este tipo de sectores, es clave echar un vistazo a cifras. El mayor productor de chips del planeta incrementó su demanda y ventas más de un 40% el año pasado, eso hace pensar que la creciente petición de producto acaba de comenzar y que hay nichos de mercado dentro de la fabricación que, si España o cualquier otro país aprovecha, puede ponerles a la vanguardia a nivel internacional.