Cuando se consigue adquirir una vivienda, asociados cuando se trata de comunidades de pisos llevan también las zonas comunes y su mantenimiento asociado.
“Las zonas comunes en comunidades de vecinos se refieren a aquellas áreas dentro de un edificio o complejo de viviendas que son de uso compartido y están destinadas a ser utilizadas por todos los residentes de la comunidad” explican desde Fincas Legio VII, una administración de comunidades de vecinos en León, una de las ciudades con más expansión inmobiliaria en nuestro país.
Algunos ejemplos comunes de zonas comunes
En primer lugar, los vestíbulos y pasillos, que son espacios compartidos en el interior del edificio, son considerados zonas comunes.
También hay que incluir en esta clasificación todas las zonas verdes, jardines, parques o áreas de césped donde los vecinos pueden jugar, relajarse o tenderse.
Algo habitual en la última década es contar con un espacio de piscina común que sirve para uso de los vecinos y sus invitados durante la temporada de verano. A este estilo de zonas estacionales se unen los juegos infantiles, las zonas de barbacoa en zonas montañosas o incluso salas con juegos o gimnasios a disposición de todas las viviendas.
“Es zona común también cualquier camino, pasarela, sendero o bordillo que esté dentro de la propiedad y pueda ser utilizado por los residentes para acceder a sus portales o a cualquier área de la propiedad” explican.
Eso unifica también el criterio a la hora de hablar de ascensores y escaleras e incluso, una tendencia al alza en los últimos conceptos de coliving, áreas de lavandería o cocina.
Finalmente, los garajes, aunque suelen establecerse en finca individual ya que no todos los propietarios de vivienda pueden tener un garaje o trastero, se considera en sí zona común para el conjunto de propietarios siempre que esté sujeto a regulación específica de la comunidad.
Es importante destacar que las reglas y regulaciones con respecto a las zonas comunes pueden variar según la comunidad específica aunque la referencia siempre está en la ley de propiedad horizontal.
Estas áreas suelen estar sujetas a la gestión y el mantenimiento por parte de la comunidad de propietarios, y los gastos asociados suelen dividirse entre los propietarios de acuerdo con su cuota de participación en la propiedad común o con el acuerdo que se haya llegado de forma particular en cada caso en reunión de propietarios.