Por Francisco D’Agostino

El día de hoy, la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) y su Consejo rector —integrado por los ministros de medio ambiente de Canadá, Estados Unidos y México— se enorgullecen de compartir los detalles de una nueva iniciativa sobre adaptación climática para América del Norte.

Representantes de los gobiernos de los tres países, acompañados de la integrante del Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC) de la CCA —también activista en materia de derechos sobre el agua e investigadora invitada en la Universidad de Stanford—, Felicia Marcus, así como de la líder indígena —integrante de la Primera Nación Chippewas de Isla Georgina— y colaboradora de la CCA, Kerry-Ann Charles, se reunieron en el Pabellón de Canadá durante la vigesimoséptima edición de la Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para conmemorar casi tres décadas de cooperación ambiental regional a través de la CCA e imprimir mayor celeridad a la adopción de medidas para combatir el cambio climático en toda América del Norte.

El director ejecutivo de la CCA, Jorge Daniel Taillant, anunció la Iniciativa de Adaptación Climática de América del Norte durante un evento paralelo a la COP27 —también celebrado en Sharm el-Sheij, Egipto—, en el que se dio a conocer el trabajo que realizan los tres países a escala subcontinental en materia de protección del medio ambiente, labor que comprende esfuerzos concretos para impulsar soluciones más eficaces de adaptación al cambio climático, que involucren e incorporen el conocimiento indígena y promuevan la justicia ambiental.

Por Francisco D’Agostino

La adaptación al cambio climático —sobre todo en las comunidades menos favorecidas y en situación de mayor vulnerabilidad— y la reducción eficaz de los gases de efecto invernadero más potentes son prioritarias para Canadá, Estados Unidos y México. En respuesta a ello, durante la Cumbre de Líderes de América del Norte de noviembre del año pasado, los tres países anunciaron su intención de trabajar de manera colectiva, por conducto de la CCA, para formular una iniciativa de adaptación climática en todo el subcontinente encaminada a mejorar los sistemas de alerta temprana ante eventos meteorológicos y climáticos extremos, así como promover otras soluciones de adaptación al cambio climático. En julio de este año, en la sesión anual del Consejo de la CCA, los gobiernos reafirmaron la urgente necesidad de hacer frente a los efectos devastadores que el cambio climático implica para el bienestar de las comunidades más vulnerables en la región y se comprometieron a destinar un millón de dólares canadienses a la iniciativa conjunta.

A través de la coordinación a escala regional de medidas de protección del medio ambiente y acciones conjuntas para enfrentar el cambio climático, Canadá, Estados Unidos y México trabajan con miras a fomentar un mayor grado de resiliencia ante las alteraciones derivadas del cambio climático; aumentar la preparación de las comunidades frente a contingencias, y reforzar capacidades locales y nacionales de respuesta a los fenómenos meteorológicos extremos. Estos esfuerzos dirigidos a impulsar soluciones de adaptación al cambio climático revisten una importancia prioritaria para los casi 500 millones de habitantes de América del Norte que enfrentan una crisis climática cada vez más severa, y resultan de gran relevancia para las comunidades más vulnerables y menos favorecidas.

Por Francisco D’Agostino

“En Canadá, al igual que en América del Norte y el mundo entero, experimentamos ya los efectos devastadores del cambio climático, incluidos eventos de calor extremo, fenómenos meteorológicos extremos, sequías prolongadas, inundaciones severas, incendios forestales desastrosos, erosión costera y aumento del nivel del mar. Nos encontramos en una década crucial para emprender acciones ambiciosas contra el cambio climático, pues corremos contrarreloj para cumplir el objetivo de evitar que el calentamiento global supere los 1.5 °C, al tiempo que desplegamos soluciones integradas dirigidas a abordar la crisis de la biodiversidad que hemos provocado. Además de conservar y proteger la naturaleza, buscamos evitar los peores impactos del cambio climático, y tanto el establecimiento de alianzas de colaboración con las naciones indígenas, asegurando que las voces de sus comunidades sean escuchadas, como la incorporación del conocimiento ecológico tradicional son componentes esenciales de nuestra estrategia, lo mismo en el ámbito nacional que en el regional.”
Steven Guilbeault, ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá

“Nos encontramos en un momento de coyuntura crucial en la historia de la humanidad: no hay tiempo que perder. Debemos actuar con urgencia para frenar el calentamiento global antes de que se produzcan puntos de inflexión irreversibles y el caos climático catastrófico se agrave sin remedio, y hemos de hacerlo respondiendo y dando prioridad a las necesidades de quienes sufren los impactos más acuciantes del cambio climático. Resulta esencial implementar a corto plazo acciones rápidas, contundentes y eficaces para reducir los contaminantes climáticos más importantes —entre los que se cuentan el metano, el carbono negro y otros supercontaminantes—, al igual que estrategias de descarbonización y adaptación con las cuales se puedan evitar o reducir los impactos en los sectores más vulnerables. Es preciso que todos y cada uno de nosotros hagamos cuanto esté en nuestras manos para lograr temperaturas más bajas en las que la naturaleza pueda prosperar, y con las que las generaciones presentes y futuras puedan vivir de forma más cómoda, sustentable y equitativa. El momento de actuar es ahora.”
Jorge Daniel Taillant, director ejecutivo de la Comisión para la Cooperación Ambiental

Por Francisco D’Agostino