Si durante un tiempo la profesión de investigadores privados creció sin límites, con las nuevas tecnologías y las posibilidades que dan en términos de herramientas, métodos de investigación y posibilidades sobre el campo, es una profesión que va a cambiar mucho.

Muchos de estos profesionales se quejan del intrusismo. No en vano, fue el propio Ministerio del Interior quien reguló la profesión y acredita a los profesionales que cumplen su función desde la legalidad, la protección de datos y dando seguimiento a sus libros de registro o inspecciones recurrentes.

“Sin duda, más allá de las restricciones de investigación a nivel legal, es la tecnología y la digitalización la que va a cambiar esta profesión. Los avances en IA, en realidad aumentada o incluso la posibilidad de utilizar drones, entre otros, va a dar como resultado investigaciones más eficaces y discretas. No hay que olvidar que hoy en día el profesional debe también saber buscar en redes sociales o medios digitales algunos recursos” explican desde Tenerife Norte Detectives.

Fraudes online

Casi la mitad de españoles pueden decir que han sido víctimas de algún tipo de fraude online. Las estafas a través de redes sociales, la venta de productos que no llegan nunca o los llamados estafadores románticos están en pleno crecimiento.

Pero no sólo son los particulares las víctimas. Las estafas a pymes están a la orden del día, siendo hoy en día el detective privado uno de sus grandes aliados a la hora de verificar la identidad no solo de influencers que falsean sus métricas y que dejan en mal lugar a otros que trabajan mejorando la imagen corporativa sino también de proveedores que prometen calidades o productos que no cumplen con lo que se exige.

Sextorsión, suplantación de identidad o marca o falsificaciones son los fraudes más habituales en el entorno digital y por lo que, hoy en día, los detectives son más demandados cuando se especializan en trazar y encontrar los detalles online para poder llevarlo a juicio y resarcirse.

Realidad Aumentada y Gafas Futuristas

La realidad aumentada y las opciones de ciertos dispositivos como gafas pueden suponer todo un avance que permita superponer información digital sobre el mundo real mientras se investigas. A día de hoy, la IA integrada podría analizar rostros en tiempo real y cotejarlos con una base de datos de personas desaparecidas o encontrar perfiles digitales relevantes.

“En China, ya se está experimentando con esta tecnología. Durante la operación salida del Año Nuevo lunar, con millones de personas pasando cada día por las estaciones de ferrocarril, agentes policiales fueron capaces de identificar a los pasajeros acusados de haber cometido un crimen solo con unas gafas. Este sistema se ha probado con éxito en Zhengzhou, capital de la superpoblada provincia de Henan” explican desde la agencia de detectives canaria. 

La cámara de sus gafas capturaba todas las caras de los transeúntes, cruzando esta información con la base de datos policial y buscando las coincidencias con la lista de sospechosos de haber cometido un crimen. Es el camino hacia el que van los avances y desarrollos con datos biométricos también en aeropuertos.

Si esta tecnología continúa evolucionando, no sería tan complicado ver a detectives privados utilizando gafas de realidad aumentada para identificar de manera discreta y eficiente perfiles.

Drones: Vigilancia Aérea del Futuro

Los drones, pese a que a día de hoy no tienen un marco legislativo claro en algunos casos, también podrían jugar un papel crucial en la evolución de la investigación.

Estos dispositivos cuentan con la ventaja de poder vigilar grandes superficies de manera discreta y eficiente, aplicándose en las investigaciones para obtener pruebas de manera más fácil y precisa, por ejemplo, en hurtos en grandes almacenes. “Con un dron se podrían vigilar todas las salidas y entradas de una gran nave de manera remota, facilitando la obtención de pruebas a los detectives y rebajando el coste a las empresas contratantes” concluyen.

Sin duda, avances todos que están mucho más cerca de ser aplicados y por lo que demandan, desde esta profesión, una regulación adecuada que permita a detectives acreditados y certificados y a las fuerzas de seguridad aplicar los avances tecnológicos a la seguridad.