Estudios estadísticos pronostican que alrededor del 50% de las mujeres y el 20% de los hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura por fragilidad en lo que les quede de vida; siendo la más frecuente la fractura vertebral osteoporótica[1]. En España se produjeron aproximadamente 330.000 fracturas por fragilidad nuevas en 20172; y dado que la esperanza de vida sigue aumentando, es probable que la incidencia relacionada crezca en un 30% para 20302.

La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), con el apoyo de Grünenthal, han abordado esta problemática en el marco del curso `Manejo integral de la fractura vertebral osteoporótica´, con la premisa de que aún “no existe un claro consenso en su manejo”, según quedó de manifiesto durante la jornada, y con el objetivo de alcanzar un acuerdo para el abordaje integral de este tipo de fracturas.

Durante la jornada, en la que han participado médicos de diversas especialidades, la doctora María Jesús Moro, del Hospital de la Cruz Roja de Madrid, ha señalado que el primer “problema” de la fractura vertebral osteoporótica es su falta de identificación. Tal y como ha indicado en su ponencia `¿Cómo tratamos a los pacientes con riesgo elevado de fracturas´, “es preciso categorizar a los pacientes con osteoporosis según su riesgo de aparición de fracturas, como señalan las nuevas guías clínicas nacionales e internacionales. Criterios basados, fundamentalmente, en la determinación de la masa ósea medida por densitometría, el cálculo de escala FRAX y la presencia de fracturas previas”.

Las fracturas por fragilidad “son la consecuencia más directa de la osteoporosis”, por ello, especialistas recuerdan la importancia de un tratamiento “inmediato” a través de la prescripción de fármacos antiosteoporóticos específicos, con el objetivo de que “mejore la masa ósea y aumente lo antes posible su resistencia, a fin de evitar la aparición de nuevas fracturas”.

En este sentido, la doctora María Jesús Moro, ha recordado que gran parte de estas fracturas “no producen sintomatología neurológica en el momento agudo y, por tanto, el tratamiento inicial será conservador y no quirúrgico, mediante analgesia, reposo relativo y ortesis”.

El seguimiento estrecho del paciente con riesgo elevado de fracturas mediante un manejo multidisciplinar y coordinado, así como la necesidad de implementar unidades de fractura donde se aborde el tratamiento analgésico, ortesis, fisioterapia y tratamiento antiosteoporótico que  “aumente la resistencia ósea y la masa ósea de forma rápida y eficaz”, han sido algunas de los retos a futuro y conclusiones alcanzadas en la jornada.

[1] Manejo integral de la fractura vertebral osteoporótica. Curso conjunto SERMEF-GEEM. Madrid, 11 de marzo de 2022. [Internet]. Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER). [Citado 16 mar 2022]. Disponible en: http://www.geeraquis.org/files/congress/congress_00526_programa_cientifico_SERMEF-GEER_def.pd

2 Huesos rotos, vidas rotas: guía para mejorar la atención a las fracturas por fragilidad en España. [Internet]. International Osteoporosis Foundation. Nyon, Switzerland. (s.f.).  [Citado 16 mar 2022]. Disponible en: https://www.osteoporosis.foundation/sites/iofbonehealth/files/2019-06/5.%202018_EU6Spain_Report_BrokenBonesBrokenLives_Spanish.pdf