Por Francisco D’Agostino
Más de un año después del inicio de la pandemia de COVID-19, ya es posible responder a muchas de las preguntas que han ido surgiendo en estos meses. Mediante las diferentes medidas adoptadas en nuestro país, la capacidad de adaptación que hemos desarrollado y las campañas de vacunación, la realidad en España es hoy más satisfactoria que un año atrás.
Para analizar con detalle cuál ha sido el impacto de este coronavirus, los aprendizajes realizados y conocer los retos que quedan pendientes, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC) y la Sociedad Española de Virología (SEV) han organizado unas jornadas científicas los días 16, 17 y 18 de noviembre.
Destacados expertos del ámbito nacional de ambas disciplinas han compartido sus experiencias y conocimientos en estas jornadas, que se han celebrado bajo el título ‘La pandemia de coronavirus y su impacto: un año después’ y han tenido carácter híbrido, ya que las sesiones han sido presenciales con aforo limitado, pero, a su vez, se han retransmitido vía streaming, mediante el canal de YouTube de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Por Francisco D’Agostino
En primer lugar, el Dr. Esteban Domingo Solans, vicepresidente de la RAC, virólogo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y moderador de las jornadas, ha señalado que la pandemia del SARS-CoV-2 ha puesto sobre la mesa algunos desafíos que deben ser tenidos en cuenta. Debido al mundo global e hiperconectado en el que vivimos, “los problemas de salud pública relacionados con enfermedades infecciosas se extienden en poco tiempo, sea cual sea el lugar donde surjan” y, un aspecto a tener en cuenta para poder hacer frente a este reto es el desarrollo de “medidas para que, por ejemplo, las vacunas y agentes antivirales sean asequibles para todos los países”, ha explicado.
En este sentido, también ha advertido de que dado el carácter impredecible de la emergencia de nuevas enfermedades es fundamental “invertir en investigación en ciencias de la salud y en infraestructuras científicas –por ejemplo, laboratorios de alta seguridad- para estar preparados ante futuros episodios imprevisibles”. Ahora bien, acerca de los niveles de sufrimiento y vulnerabilidad que ha dejado la pandemia, el Dr. Domingo ha recalcado que se requiere de “mayor preparación a nivel de investigación científica y de información a la sociedad”.
A su vez, el virólogo Dr. Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) y experto en coronavirus y diseño de vacunas, ha centrado su ponencia ‘Coronavirus mortales para las personas: origen, patología, bulos y vacunas’ en la influencia que el clima está teniendo en la diseminación de los virus, el origen de la pandemia actual, las patologías inducidas por este virus, los distintos tipos de vacunas, el desarrollo de la vacuna española basada en replicones RNA derivados del genoma del virus y de la emergencia de las variantes virales.
De hecho, un mensaje que ha resaltado el experto es que, a pesar de que es probable que la COVID-19 haya venido para quedarse, “cada vez estamos más protegidos frente al mismo, lo que hará que su impacto sea cada vez menor”, siempre que se mantenga una protección correcta, comportándonos adecuadamente y manteniendo la vacunación. Al respecto, ha insistido en que “España está muy bien posicionada (80% versus 58% en Estados Unidos), pero se debe seguir aumentando el número de personas vacunadas y no hacer una desescalada rápida”.
Las vacunas, las grandes aliadas contra la COVID-19
A continuación, la charla ‘Vacunas COVID-19. El papel de las agencias reguladoras: ¿Qué sabíamos? ¿Cómo se aprobaron las vacunas? ¿Qué nos falta por saber?’ ha corrido a cargo del Dr. Agustín Portela, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), experto en tramitación y aprobación de vacunas y asesor de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), quien ha subrayado el “gran trabajo realizado por las agencias nacionales de medicamentos en colaboración con la EMA ya que en un corto espacio de tiempo autorizaron cuatro vacunas en la Unión Europea (UE) que han ayudado a controlar la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2”.
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Echando la vista atrás y analizando la situación actual, el Dr. Portela ha asegurado que, hoy en día, el ámbito sanitario es “mucho mejor que hace año y medio y, además, los niveles de mortalidad han descendido enormemente en un contexto en el que el modo de vida es ya muy parecido al que había antes de empezar la pandemia”. Por ello, ha agregado, que las campañas de vacunación han sido “un gran éxito, tanto en la cobertura vacunal alcanzada como en el efecto poblacional positivo desde el punto de vista sanitario”.
Y, a la hora de mirar hacia el futuro, el especialista también ha querido hacer un apunte. “Si la investigación se dirige a la búsqueda de medicamentos que acaben en un farmacia o en un programa de vacunación nacional, se deben tener en cuenta tres aspectos. En primer lugar, la investigación básica que genere nuevas ideas y nuevos principios activos, en segundo lugar, la interacción de la investigación con la industria farmacéutica que valore si la fabricación de ese nuevo principio activo se puede hacer a nivel industrial y si es abordable desde un punto de vista de ensayos clínicos y, en tercer lugar, la interacción con las agencias reguladoras de medicamentos que asesoraran sobre la mejor manera de llevar esto objetivos a la práctica”, ha apostillado.
Por Francisco D’Agostino
También se celebró una mesa debate que contó con la participación de los doctores Ignacio Molina, profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, y José Luis Villacañas, profesor de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.
Por un lado, el Dr. Villacañas, durante su ponencia ‘Condición Pandemia’, ha realizado una reflexión positiva de la pandemia y ha comentado que “la condición pandémica del presente implica ofrecer una base diferente para la reflexión política, pues la dimensión antropogenética de la condición pandémica no ofrece dudas. Esta condición es el resultado de las políticas de la vida y su consecuencia. En la medida en que estas no se alteren, las consecuencias para la condición pandémica del presente no harán más que profundizarse. En este sentido no solo se puede hacer una reflexión política sobre la pandemia, sino que se debe hacer; o mejor, no hay tema más central para la reflexión política que, desde este punto de vista, confirma la dimensión estrictamente biopolítica del presente”.
Además, antes de concluir su intervención, ha compartido su visión de cómo es la situación sanitaria y política tras el comienzo de la pandemia hace más de año y medio. En este punto, ha afirmado que, “afortunadamente para nosotros, España, que es un país que tiene una memoria de la enfermedad y de los servicios de salud como una conquista muy reciente, ha aceptado la mentalidad preventiva de la vacuna y no ha politizado el asunto. Pero allí donde la mítica de una libertad absoluta, sin condicionante alguno, se ha impuesto, y con ella la base de una sociedad de individuos, la vacuna no se ha implementado de forma eficaz, intensificando los efectos negativos de la condición pandémica”.
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En una línea similar, el Dr. Molina ha subrayado en su ponencia sobre ‘España y la UE después de la pandemia’ que la perspectiva que nos dan los veinte primeros meses desde la llegada del virus a Europa permite un balance más optimista que el inicialmente previsto. La integración europea corría un serio peligro en la primavera de 2020 pero sale del desafío más fortalecida internamente gracias al instrumento fiscal del Next Generation. “Que en este momento la principal preocupación de la UE sea el respeto a los valores fundamentales recogidos en el Tratado por parte de ciertos gobiernos y no la desintegración económica o la desafección política general es expresión algo paradójica de esa solidez”, ha explicado. En relación con su posición en el mundo, la UE ha comprobado en esta crisis sanitaria la profundidad de su dependencia con respecto a EEUU y China (seguridad, tecnología, industria, medicamentos) y ha abonado el terreno para tomarse en serio la idea de la autonomía estratégica.
Por lo que respecta a España, “el año pasado corría el peligro de quedar estigmatizada (junto a otros Estados miembros como Italia) por su mal rendimiento sanitario y económico. Aun cuando las perspectivas de crecimiento siguen generando dudas y los datos de muertes en 2020 no han dejado de ser terribles, lo cierto es que hoy debe contemplarse en el balance el éxito del proceso de vacunación y el haberse tomado en serio las perspectivas de dinero europeo para financiar una reforma del modelo productivo sobre la agenda verde y la digital”, ha advertido el Dr. Molina. Al final, la pandemia ha mostrado que la división Este-Oeste es más profunda que la Norte-Sur en el funcionamiento económico, político y sanitario de la UE. “Eso coloca a España en una posición de menor debilidad con respecto a las decisiones a tomar en Bruselas”, ha finalizado.
Por Francisco D’Agostino