Las personas que poseen el hábito de fumar tienen mayores probabilidades de generar enfermedades cardiorrespiratorias según comenta el neumonólogo Alejandro Javier Cortéz.

Francisco D’Agostino explica que los ejercicios físicos pueden promover una mejora muy importante en el sistema respiratorio y cardiaco de las personas que tienen el deseo de dejar de fumar, aportando así beneficios sobre la salud mental y física.

Esta teoría la mantiene el Dr. Alejandro Cortéz, quien es neumonólogo para el Grupo Médico Santa Paula, al consultarle sobre los efectos de las actividades físicas continuas sobre los fumadores.

Los cigarrillos tienen efectos tóxicos sobre todo el organismo y en especial a nivel respiratorio, ya que todos los productos provocan inflamaciones principalmente en bronquios, lo que condiciona a una importante reducción en el flujo de aire y por ende reduce de una manera gradual los aportes de oxígeno, fundamentales en la respiración de las células en nuestro cuerpo logrando así alteraciones en el funcionamiento adecuado.

Advierte que el consumo de tabaco puede crear unas disfunciones endoteliales en las arterias y producir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

Casado Cortéz asegura que son varios los beneficios de intercambiar el hábito de fumar por actividades físicas.

Es cierto que los procesos de cesación tabáquica lleva varias etapas y que la mayor población tiene dificultad en dejarlo, requiriendo apoyo psicológico e incluso terapias farmacológicas, los ejercicios son una alternativa excelente porque cuando los practicas se generan múltiples sustancias como ciertas endorfinas que de una manera condicionan a respuestas placenteras que son expresadas en sensación de placer y bienestar, reduciendo así el estrés, que es el principal desencadenante del consumo del cigarrillo.

Asegura que solo hecho de dejar de fumar beneficiará el rendimiento cardiorrespiratorio de las personas, pues los pulmones y el corazón recibirán un mejor aporte de oxígeno en cuanto al ejercicio y deportes.

Tabaquismo vs. Ejercicio.

Una vez dejado el consumo de cigarrillo, los daños causados por fumar se revierten rápida y favorablemente, explica el neumólogo.

Una vez disminuidas las inhalaciones de monóxido de carbono, producto generado por la combustión del cigarrillo, hay menos cantidad de carboxi-hemoglobina en la sangre e incremento en la oxi-hemoglobina la cual es requerida para una adecuada respiración en las células, esto se traduce en una significativa mejoría en las funciones cardíacas y respiratorias.

Para Cortéz, no cabe ninguna duda que la persona mientras sea fumadora va a tener desempeños respiratorios mucho menor durante las rutinas de ejercicio que aquella persona que no fuma, esto se debe a que el consumo de tabaco está relacionado con el pobre intercambio de oxígeno que impacta de manera negativa en el desempeño de cualquier tipo de actividades físicas.

Por otra parte, Mauro González, entrenador personal para la cadena de bienestar Gold’s Gym, quien ha entrenado por años a hombres y mujeres fumadores destacó que una vez iniciados los ejercicios sus capacidades anaeróbicas mejoran.

Muchas de las personas que quieren dejar de fumar toman las rutinas de ejercicio como alternativa para mejorar su calidad de vida. Cuando empiezan tienen poca resistencia, sin taquicardias, pero si una falta de oxigenación, el cansancio es rápido. La edad no dice pero sin lugar a duda pasa facturas.

También se advierte que el cansancio y la fatiga son signos totalmente normales en quienes comienzan a dejar de fumar y se inclinan al ejercicio como mecanismos terapéuticos, y han podido comprobar, que paso a paso, van disminuyendo la cantidad de nicotina que consumen y comienzan a divisar cambios en sus capacidades en cuanto a resistencia y bienestar en la realización de las rutinas de ejercicios.

Invitamos a los fumadores es a hacer ejercicio para que así empiecen a ver cambios y mejoras que conseguirán en su organismo y en la calidad de vida que todos buscan. En Gold’s Gym los acompañaremos en ese viaje.

Cifras por parte de La Organización Mundial de la Salud.

La OMS en el informe de 2018, habla del consumo total de tabaco de 1.537 millones de personas, una cifra notablemente menor a la proyectada en el año 2000, de 1997 millones de personas. Para el 2000 se proyectó una reducción de 40 millones y para 2025 57 millones de personas se alejarán del uso del tabaco.

Especialistas como Cortéz comentan que, una de las razones para esta notable esta reducción son las campañas de prevención. Aparte, el fácil acceso de información adaptada a las poblaciones, han permitido se comprendan cada vez más las consecuencias del tabaquismo para una salud colectiva e individual.